Doble juego de Evo con las FFAA

evo2 El testimonio de un suboficial de las Fuerzas Armadas, quien reveló contactos privados sostenidos entre sus camaradas y el presidente Evo Morales, quien habría alentado sus demandas, refuerza la sospecha de un doble juego del mandatario en la crisis militar.

“Al señor presidente muchos camaradas se le acercaron, sin que vea nadie de los jefes, él estaba de acuerdo (con nuestras demandas)”, señaló el uniformado, quien añadió que “el presidente cuando hay aniversario siempre nos repite que el proceso de cambio ha llegado, descolonizar las Fuerzas Armadas, incluso hacen seminarios, y eso ha despertado para que nosotros elaboremos un proyecto y presentemos al señor presidente, para que él pueda instruir al Legislativo y lo aprueben”.

Está claro, por una parte, el origen filo-masista del movimiento de los suboficiales, con su jerga “descolonizadora” y el uso de la bandera del régimen, la wiphala. Y es también evidente que todo se conecta con el propósito de Morales de rediseñar a las FFAA como milicia, con un carácter “socialista” y “antiimperialista”.



Pero la dura recepción a la movilización desde instancias ministeriales (Presidencia y Defensa) abre interrogantes sobre el tema. Una posibilidad es el desborde: un movimiento que se salió del control del MAS y ante el cual el gobierno decidió reforzar su alianza con los sectores de la alta oficialidad que acompañan al proyecto desde el golpe de Estado del 2003. De ahí que el vocero gubernamental en este giro sea el ministro Quintana, sindicado como articulador del Pacto Cocalero-Militar.

La otra posibilidad es el doble juego, la polarización deliberada, apuntando a una solución final del conflicto donde Evo Morales aparezca como el “bueno de la película”, concediendo mucho de lo demandado y consolidando su control político sobre las FFAA a través de una suboficialidad ideológicamente alineada…

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