San Juan abre los brazos a cuartel antidroga vetado en Yapacaní

Santa Cruz. El Centro de Acciones Antinarcóticos puede cambiar de lugar. Ante la negativa, al parecer sin vuelta, de Yapacaní, surge el ofrecimiento de un terreno de la colonia japonesa, cuyo alcalde ve con buenos ojos el puesto policial para la lucha antinarcóticos.

imageEste es el frontis del terreno de 200 metros de ancho por 2.000 de fondo ofrecido por San Juan. Foto: AGAPITO PACO



El municipio de San Juan, colonia japonesa situada en la provincia Ichilo, ha ofrecido un terreno ubicado a dos kilómetros de Santa Fe para que se construya el Centro de Acciones Antinarcóticos o cuartel de Umopar proyectado en Yapacaní, cuyas autoridades lo han rechazado por considerar que frenará el desarrollo económico del municipio, hace algún tiempo declarado zona roja del narcotráfico por el Gobierno central.

El 26 de marzo se vivió una jornada violenta con bloqueo y gasificación en Yapacaní por causa de la colocación a ultranza de la piedra fundamental de la obra en un predio expropiado de 36 hectáreas. Esa vez el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, informó de que la infraestructura tiene un financiamiento de Bs 7,2 millones sufragados en su mayor parte por la Unión Europea, con el fin de contrarrestar la inagotable producción de cocaína en la zona que, entre 2012 y lo que va de 2014, ha significado el decomiso de 16 toneladas, según los datos oficiales.

El plan B

San Juan apareció como la segunda opción para el cuartel antidrogas después de que el ministro de Gobierno, Carlos Romero, y representantes de Yapacaní rompieran el diálogo sobre el tema en una reunión realizada el 10 de abril en el hotel Casablanca.

“La principal preocupación para nosotros es la proliferación de los narcotraficantes. Nos hemos sorprendido con la reacción de por lo menos una buena parte de Yapacaní por el rechazo del cuartel. No podemos seguir tolerando que la zona, particularmente San Juan, siga como tierra de nadie y que esté dominada por el narcotráfico. El tema de trasladar combustible antes no era problema para nosotros, pero ahora sí lo es porque se convirtió en una sustancia controlada a raíz del narcotráfico. Eso nos dificulta porque los 30.000 litros de gasolina para la zona se acaban en 24 horas y, como nunca antes, tenemos que hacer filas para llenar nuestros tanques. Todo está muy clarito, el día que hay batida de Umopar la gasolina hay en abundancia en los surtidores, pero los días normales, cuando no hay control, los 30.000 litros se esfuman en 24 horas”, manifestó Katsumi Bany, alcalde de San Juan.

El terreno ofrecido por Bany consta de 48 hectáreas, está saneado y cuenta con los documentos. En dichos predios había proyectos para plantas de grano, de polifrutas y de lechería, pero no se concretaron. Ahora funcionan el vivero municipal y un centro de acopio de residuos sólidos reciclables.

El Gobierno expuso el martes el proyecto del cuartel ante el Concejo Municipal, cuya mayoría lo aprobó. Empero, el alcalde Bany reveló haber recibido amenazas por su decisión. “El tema es bien delicado. Al tomar una decisión de esta magnitud no esperé que todos me dieran el aplauso, estaba preparado para recibir rechazos, pero he recibido amenazas de que me cuide, que no me van a dejar gobernar”, denunció el burgomaestre.

El dirigente yapacanisense, Willy Ventura, aseguró: “No nos incomoda que el alcalde de San Juan hubiera ofrecido un terreno. Ya sabíamos que el ministro tenía un plan B”. Será el Gobierno el que decidirá si imponerse en Yapacaní o tomar la propuesta de San Juan

DETALLES

CONFISCACIÓN EN NÚMEROS

Más de 16 toneladas de droga se decomisaron en Yapacaní desde 2012 hasta marzo de 2014, además de 19 laboratorios de cristalización y 17 de reciclaje.

EL COMBUSTIBLE DESAPARECE

Las filas de vehículos en los surtidores de Santa Fe, Yapacaní y de San Juan son largas a diario porque siempre escasea la gasolina o el diésel, excepto cuando Umopar hace batidas de control.

OPERATIVOS RECIENTES

Umopar incursionó el martes y el miércoles en sindicatos próximos a Nuevo Horizonte y halló 18 fábricas de cocaína y un laboratorio de cristalización, que fueron destruidos.

EL DEBER