Hay demasiados indicios de que la “interna” militar entre suboficiales y oficialidad de alta graduación está siendo fogoneada artificialmente desde el gobierno de Evo Morales.
Por una parte, el Movimiento Al Socialismo prohijó el surgimiento de “asociaciones” que no son en realidad otra cosa que sindicatos militares, y acto seguido habló de promover una “Ley de Descolonización de las Fuerzas Armadas”.
Ya armado el alboroto, voceros del mismo gobierno saltaron al ruedo como supuestos defensores de las jerarquías castrenses. ¿Juego a dos puntas? Así parece.
El propio presidente cocalero ha señalado en reiteradas ocasiones su intención de convertir a las FFAA en “socialistas”, lo que equivale a reducirlas al papel de meras milicias pretorianas del régimen, a la manera de Cuba y Venezuela.
Es la “cubanización” de las Fuerzas Armadas de la que hablan voces militares críticas con el accionar de la administración evista.
Todo sugiere que, fieles a su extracción marxista, los personeros gubernamentales impulsan una suerte de “lucha de clases” al interior del estamento castrense, creando las condiciones para una polarización social funcional al rediseño de las FFAA como milicia partidaria…