Brasil apura las obras de los estadios

Los 12 campos se hallan en manos de la FIFA, pero algunas estructuras siguen pendientes



El estadio Beira Río sigue con las obras. / Neco Varella (EFE)



Faltan 15 días para el Mundial de Brasil y ya no hay dudas respecto a los 12 estadios. Todos están ya en manos de la FIFA, aunque no estén concluidos completamente. La organización ha intensificado las últimas labores y, hasta principios de junio, las estructuras complementarias estarán listas. Se trata de las instalaciones de transmisión central, de tecnología de información, las zonas de acreditación y de voluntarios, los centros de prensa, las plataformas de cámaras, los estudios de televisión, las zonas mixtas, las salas para ruedas de prensa y las áreas médicas y de seguridad complementarias.

El Arena Corinthians (Itaquerão), en São Paulo, donde se celebrará el primer partido del Mundial, es el que más atención ha demandado. La FIFA rompió el protocolo y anunció un partido el próximo 1 de junio para probar el estadio, que será controlado por la federación hasta julio. El objetivo es probar todos los espacios destinados al público, el acceso y el desplazamiento de los aficionados.

De los 12 campos elegidos para el Mundial —la FIFA siempre prefirió ocho, 10 como mucho—, solo la mitad cumplió el plazo final de entrega, que era el pasado 31 de diciembre.

Nueve empleados han fallecido durante las obras y preparativos del Mundial

Entre los otros seis estadios, la situación del Arena da Baixada, en Curitiba (al sur del país), fue el que más desesperó a la organización del evento. El estadio casi fue excluido del Mundial y fue necesario una nueva financiación y la aceleración de las obras, con más operarios, para evitarlo.

Otros estadios también causaron preocupación. El Arena Pantanal, en Cuiabá, tuvo retrasos en la adquisición de los asientos; el Arena Beira-Río, en Porto Alegre (sur), se enfrentó a una huelga de los operarios que pedían una subida de los sueldos; y la obra del Arena Amazonia, en Manaus (norte), sufrió retrasos por la muerte de cuatro trabajadores. En total, nueve empleados fallecieron en los preparativos del Mundial.

Las obras de los estadios han sido cuestionadas también por sus costes y su provecho tras el Mundial. Fueron necesarios aproximadamente 2.600 millones de euros para la reforma o construcción de estadios, una cifra superior a los últimos dos eventos. En 2010, preveían cerca de 1.700 millones. Las manifestaciones han reclamado, además, la misma atención a sectores como sanidad y educación. El estadio de Brasilia, de Cuiabá y Manaus, por ejemplo, fue construido en lugares con pocos servicios públicos.

Ricardo Trade, el director-ejecutivo del Comité Organizador Local (COL) del Mundial, sostuvo en una entrevista a EL PAÍS el pasado noviembre que los estadios deberían estar finalizados hasta el fin del año pasado para que se pudiera celebrar las pruebas. El pasado lunes, el COL destacó la confianza de que todos los retos serán superados.

Fuente: elpais.com