Cristina y Bachelet llevan el debate por la droga a la Unasur

Buenos Aires. Hubo elogios mutuos en forma permanente a la hora de anunciar el relanzamiento de las relaciones bilaterales entre la Argentina y Chile. Y cuando abordaron el espinoso tema de la lucha contra el narcotráfico, Cristina Kirchner y Michelle Bachelet coincidieron también en ampliar la discusión al plano regional; concretamente, en la necesidad de buscar consenso en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). 

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Bachelet fue recibida ayer por la Presidenta en la entrada de la Casa Rosada. Foto: LA NACION / Aníbal Greco



Cristina Kirchner recibió ayer a Bachelet en la Casa Rosada y luego de una conversación a solas de más de una hora destacaron, en una conferencia de prensa conjunta, que no alcanza «con que dos países se pongan de acuerdo» sobre el narcotráfico. El planteo formó parte de una respuesta a las críticas que hace poco hizo Estados Unidos por el avance del narcotráfico en la región, aunque también hubo cuestionamientos por los métodos de lucha contra el narcotráfico de la Unión Europea.

Todo esto se dio en medio de la firma de acuerdos para avanzar en la integración bilateral.

«No basta que dos países se pongan de acuerdo sobre el narcotráfico, sino que es un tema que debería llevarse a la Unasur», dijo Bachelet. Cristina Kirchner coincidió con ese planteo, y fue más allá al sostener que «ni la Argentina ni Chile son países productores o grandes consumidores de droga».

Para que no quedaran dudas de que el mensaje iba dirigido a Washington, Cristina Kirchner aseveró que «si hace 20 años Estados Unidos propone una fórmula» para combatir el narcotráfico «totalmente ineficaz», es necesario que la estrategia se replantee, sugirió.

Las alusiones a Estados Unidos tienen que ver con el informe anual sobre narcotráfico que emitió hace un mes el Departamento de Estado. Allí menciona que en la Argentina la producción local de cocaína es «pequeña, pero resulta ser un problema creciente» en el país. En el caso de Chile, el documento sostuvo que es un país de tránsito para la cocaína andina destinada principalmente para Europa.

Al hablar del narcotráfico, la presidenta argentina parafraseó a su secretario de Seguridad, Sergio Berni, al señalar, en alusión a Estados Unidos: «Creo que muchos países importan drogas y exportan muertos». Bachelet la miraba un tanto incómoda, pero no intervino en este pasaje.

La presidenta de Chile optó por responder las críticas con una propuesta para evitar la confrontación con Estados Unidos. Fuentes calificadas de la Casa Rosada aseguraron a LA NACION que durante el encuentro de ambas mandatarias se analizó la problemática del narcotráfico. También hubo menciones a la forma en que encara el tema cada país. Se detuvieron en los casos de México y Colombia, pero también hubo veladas críticas a Uruguay por la decisión del presidente José Mujica de permitir el consumo de marihuana en su país.

Otro funcionario del Gobierno que trabaja de cerca en la lucha contra el narcotráfico admitió a LA NACION que «hace falta una política integral regional de combate a las drogas porque -explicó- con políticas focalizadas no alcanza». Según se supo, la decisión de Bachelet y Cristina Kirchner de trasladar el debate de la lucha contra el narcotráfico a la Unasur se concretará el 22 y el 23 del actual en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores que realizará el bloque regional en Galápagos, Ecuador.

«Es fundamental que los países que son grandes receptores de drogas participen en esta lucha y acuerden protocolos comunes, porque en realidad nuestros países, más allá de las adicciones que pueda haber en la Argentina o Chile, son países de tránsito y paso, ni de producción ni de grandes consumidores», expresó Cristina Kirchner para abonar el debate en la Unasur.

Acuerdos

imageCristina Kirchner recibió a Michelle Bachelet en la Casa Rosada.  Foto:  LA NACION  / Aníbal Greco

Luego del encuentro a solas, Bachelet y Cristina Kirchner compartieron un multitudinario almuerzo en el Museo Bicentenario de la Casa Rosada, donde estuvieron ministros, gobernadores y dirigentes políticos de ambos países. Allí, ambas presidentas remarcaron la decisión de relanzar las relaciones bilaterales.

De esta manera, anunciaron la firma de una veintena de acuerdos bilaterales que buscan reimpulsar el Tratado de Maipú, firmado por ambas presidentas en 2009 para profundizar la «conectividad» entre los dos países con la construcción del ferrocarril Aconcagua transoceánico en Mendoza y el túnel de Aguas Negras en San Juan, entre otros pasos fronterizos. De esta manera, Chile busca convertirse en el «puente» entre el Mercosur y el comercio con Asia.

El relanzamiento de las relaciones también apunta a reflotar la integración minera a lo largo de la frontera. Está claro que tanto Cristina Kirchner como Bachelet buscaron mostrar, al menos en público, que los momentos de frialdad y distanciamiento que hubo de la Argentina con Chile durante el gobierno de Sebastián Piñera quedaron en el pasado.

De hecho, las dos presidentas aclararon ante la prensa que «no existe ningún reclamo» de LAN Chile «en el ámbito de los poderes ejecutivos» de ambos países, y señalaron que en todo caso el conflicto por el funcionamiento de esa empresa en la Argentina «es algo que debe resolver la Justicia».

En ese momento, Cristina Kirchner expresó con visible molestia ante una periodista de Clarín que con Bachelet hablaron de que «los medios quieren poner peleas donde no las hay».

Bachelet se reunió por la tarde con los miembros de la Corte Suprema y fue la oradora central en la Asamblea Legislativa que el Congreso le ofreció para homenajearla. Allí volvió a emitir una fuerte defensa de la integración entre la Argentina y Chile.