Pedido. El magistrado del Tribunal Constitucional de Bolivia (TCP) conmina al Ejecutivo y Legislativo.
Sucre. El magistrado del TCP Gualberto Cusi en una conferencia. La Razón-Archivo.
La Razón / Sucre
Tras el pedido de militares de bajo rango, el magistrado Gualberto Cusi dio una semana a la Asamblea Legislativa y al Gobierno para descolonizar al Estado y a la Justicia. Caso contrario, anunció una huelga de hambre y su posible renuncia al cargo.
“Todo el Estado boliviano está colonizado y si es que no se descoloniza el sistema de justicia boliviana en una semana, yo me declararé en huelga de hambre, porque está de buen tamaño. Lamentablemente, el Gobierno tiene un discurso indigenista, plurinacionalista, pero en los hechos el tema de la descolonización lo ha folklorizado nada más”, dijo el magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
Cusi señaló que es preocupante para el Estado la demanda de un sector de las Fuerzas Armadas que ha puesto en la agenda nacional el tema de la descolonización. En esa perspectiva, afirmó que todas las instituciones públicas, incluida su persona, llevan en sí un “chip colonial”.
Según el magistrado, la descolonización es aquella cualidad en la que todos los hombres y mujeres tienen los mismos derechos, las mismas obligaciones y las mismas oportunidades, en medio de las diferencias y pluralidades que hay en Bolivia, en el marco de su diversidad.
Aseguró que éste es el momento para empezar con la descolonización y, para ello, indicó que primero tiene que comenzar con las autoridades máximas que tiene el país, empezando por el presidente Evo Morales. En su criterio, la Asamblea Legislativa Plurinacional, en una semana, podría aprobar normas para cumplir con la descolonización del Estado y de la Justicia.
“Son levantamanos y me imagino que harán rapidito las cosas”, afirmó y señaló que si no hay una respuesta positiva, iniciará una huelga de hambre. Tras esa medida de protesta, no descartó el anuncio de su alejamiento del cargo de magistrado del TCP.
Cusi es uno de los magistrados electos por voto popular más controvertidos. Cuando los magistrados del TCP eligieron a su primer presidente, Ruddy Flores, él reclamó ese nombramiento arguyendo que obtuvo la mayor cantidad de votos con relación a sus colegas. Después cuestionó la labor de esa institución y también la designación del fiscal general, Ramiro Guerrero, de quien dijo que su trabajo no será imparcial.