El nuevo «Rasputín» de Rusia

Aleksander Dugin es un historiador ruso que plantea el retorno a una "Gran Rusia", tal como pretende el mandatario Vladimir Putin.

En 2005, durante un mensaje a la nación, Vladimir Putin sorprendió a sus compatriotas, al señalar que “la caída de la Unión Soviética fue la catástrofe geopolítica más grande del siglo. Para nuestro pueblo, esto representó un verdadero drama”. Desde entonces, el Presidente ruso ha restaurado algunos símbolos de la era soviética, así como también el patriotismo de aquella época. Algunos interpretaron esto como una suerte de nostalgia por la URSS, pero la apuesta de Putin es mucho más compleja. La respuesta a esto la tiene Aleksander Dugin, un filósofo e historiador ruso considerado como uno de los ideólogos claves de Putin.

Dugin, profesor de la Universidad Estatal de Moscú, es una suerte de inspirador y “asesor informal” de Putin, especialmente por su visión “euroasiática”. Este intelectual reivindica a la “Gran Rusia” como un lugar “no sólo para los rusos, eslavos o pueblos de religión ortodoxa, sino que también para el pueblo turco y nativos de Asia Central, Siberia y el Cáucaso”. En ese sentido, Dugin sostiene que cuando Putin habló de la tragedia geopolítica que significó para Moscú la caída de la URSS, con eso quiso decir que no lamentaba tanto el fin de la ideología comunista, sino que el espacio que solía ocupar la “Gran Rusia” en ese momento.



Lo que postula Dugin (52 años) es un neo-euroasianismo radical, que le permita a Rusia convertirse en una potencia para quebrar la hegemonía de Estados Unidos, como contrapeso al Atlántico. Dugin ha ideado un eje de poder con tres alianzas: Moscú-Berlín, Moscú-Tokio y Moscú-Teherán.

El propio ideólogo de Putin ha dicho que Rusia y Alemania deben dividirse Europa en dos zonas de influencia: Berlín dominaría el centro y el oeste europeo, mientras que Moscú tendría influencia en las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), además de Finlandia, Polonia, Moldavia, Bielorrusia, Serbia, Bulgaria y Ucrania.

“Ucrania es el típico Estado fallido creado de forma artificial”, señaló Dugin, en una entrevista con Folha de Sao Paulo. Tras la anexión a Rusia de la península ucraniana de Crimea, Dugin calificó el hecho como una “victoria” y como “el nacimiento de una nueva realidad política”. En esta misma línea, Putin firmó el jueves un acuerdo con Bielorrusia y Kazajistán, bautizado como “Unión Euroasiática”.

El acuerdo garantiza la libre circulación de productos, servicios, capitales y trabajadores en un mercado de 170 millones de personas, con el 20% de las reservas mundiales de gas y el 15% de las petrolíferas. Se espera que en junio se sume Armenia y a fin de año, Kirguistán. Después, Azerbaiyán, Uzbekistán y Tayikistán.

Eso sí, económicamente, Rusia está muy rezagada. Su PIB es de US$ 2,5 billones. En contraste, el PIB de EE.UU. llega a US$ 16,7 billones. Además, el PIB de sus contrincantes de la UE y la OTAN es 15 veces superior al ruso.

Sin embargo, Moscú mantiene una fuerte influencia. Cerca del 30% del gas que importa la UE procede de Rusia. Y territorialmente ejerce poder en el Este de Ucrania y repúblicas “independientes” como Abjasia, Osetia del Sur y Transnistria.

Eso es precisamente a lo que apunta Dugin, quien es cercano a Sergei Naryshkin, el líder de la Duma. En 2002, este intelectual ultranacionalista fundó el Movimiento Eurasia y en los 90 fue el ideólogo del Partido Nacional Bolchevique. Por su particular perfil, varios medios lo han calificado como el “Rasputín” de Vladimir Putin, en referencia al influyente asesor del zar Nicolás II.

Fuente: La Tercera