Ismael Schabib Montero*
¿Podría alguien oponerse a que vengan médicos cubanos, o de cualquier otra parte, a curar gratis a la gente pobre de Bolivia? ¿Podría no ir a las provincias un médico boliviano ganando mil quinientos dólares al mes?
Según parece, los médicos cubanos no van gratis a ninguna parte; en el Brasil están percibiendo un salario de por lo menos 4 mil dólares mensuales, de los cuales cada uno se queda con 300 y el resto va a la isla para mantener a la dictadura. En Bolivia no se ha transparentado la información como lo hizo el gobierno brasileño cuando los médicos de ese país hicieron la denuncia, sin embargo, se comenta que perciben 1.500 dólares americanos, de los cuales se quedan con una pequeña parte y el resto va a la isla para mantener a sus “amos” que los alquilan.
Antes del gobierno del MAS se podía observar la presencia de cubanos en Bolivia, oficiando como asesores o profesores en ramas deportivas, en Metodología de la Investigación y otras disciplinas. Con el advenimiento del presidente Morales se anunció la presencia masiva de galenos que venían a curar gratis a la gente pobre y también expertos en pedagogía para alfabetizar.
Considero que a ningún boliviano se le hubiera ocurrido cuestionar la presencia desinteresada de esta gente, por el contrario, se lo podía haber apreciado como una acción altruista del gobierno de Cuba y como un acierto de parte del nuestro; incluso se llegó a comentar de lo mal que viven o vivían esos médicos y para médicos en cumplimiento de su labor humanitaria.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Sin embargo, pregunto; si se nos hubiera hecho saber que venían pero cobrando un buen sueldo (para nuestro medio) la reacción de nuestra población ¿Hubiese sido la misma? Tengo mis dudas. De todas maneras, el cuento de que venían gratis fue una buena artimaña para evitar reacciones que podían haberse dado, especialmente si se conocía que gran parte de esos sueldos se van a la isla para sostener a la dictadura que un día se le ocurrió enviarnos a un “iluminado” que nadie pidió para que tenga su propia “guerrilla” y haga de Bolivia un foco de irradiación del comunismo; me refiero al “Che Guevara”, conocido también como “gatillo fácil”. Sirvió para hacer quedar mal al médico boliviano, como un insolidario metalizado. Este profesional no puede ir a la provincia ganando una miseria que no le alcanza ni para salvar sus necesidades básicas.
Seguramente que los galenos nacionales, especialmente los jóvenes, si el gobierno les pagara el mismo sueldo que a los médicos cubanos, los tendríamos en los lugares más alejados, incluso en las regiones endémicas de malaria de Pando y Beni. De igual manera, bolivianos alfabetizando en el último rincón del territorio nacional, incluso con posibilidades de ahorrar unos centavos. El régimen masista invirtió mucho dinero en propaganda para desprestigiar a los anteriores gobiernos democráticos con mentiras acusándolos de “vende patria”; este método es recurrente hasta que las mentiras se “vuelven verdad”
En todo caso, contratar profesionales cubanos mintiendo para ayudar a la dictadura caribeña, es una actitud desleal con los bolivianos. Esto es paradójico, los “odiados imperialistas” nos daban ayuda económica; a la dictadura cubana se la damos nosotros. ¿En qué quedamos? ¿Por qué no se paga más a nuestros profesionales para que hagan un mejor servicio en cualquier parte del país? La caridad empieza por casa: primero los bolivianos.
*Vicealmirante de la República de Bolivia