Narcotráfico y corrupción: las debilidades de Evo

EvoAGL Como revela una reciente encuesta, los bolivianos aplazan a Evo Morales en materia de lucha contra el narcotráfico (42%) y de corrupción (36%), constituyéndose ambos temas en las mayores debilidades de su régimen.

Influye en lo primero la intensificación de la producción de cocaína durante su gestión; el encarcelamiento del jefe de inteligencia del Ministerio de Gobierno, general René Sanabria, en Estados Unidos, precisamente por tráfico de droga a gran escala; la proliferación de elementos ligados a las FARC, el Comando Vermelho y Sendero Luminoso en Bolivia; pero sobre todo el hecho de que el primer mandatario siga presidiendo las federaciones de sindicatos cocaleros del Chapare, región en la cual más del 90% de la coca cultivada va a parar fuera de los mercados legales, según datos de la ONU.

En lo segundo, pesan evidentemente los sonados escándalos de la red de extorsión, que implicó a los principales operadores jurídicos de varios ministerios; el affaire BoA-Air Catering, que plantea la sombra del tráfico de influencias sobre el vicepresidente García Linera; y las dudosas operaciones del programa presidencial Evo Cumple, entre muchos otros casos.



Factor clave para el crecimiento de la corrupción es la desinstitucionalización del Estado, a raíz de la hegemonía política del Movimiento Al Socialismo que ha ido desmontando los contrapesos republicanos. Como decía Lord Acton, el poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente.

Una razón más para buscar el restablecimiento del imprescindible equilibrio democrático…

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