Condenan a tres adolescentes que violaron a su compañera

Los estudiantes, el día en que fueron aprehendidos por la Policía. archivo

Tres estudiantes de 15 años fueron hallados culpables, ayer, por el rapto, dopaje y violación agravada de su compañera de colegio. El juez Porfirio Coca sentenció a dos de ellos a 5 años de reclusión y al tercero a 3 años de encierro, en un centro de infractores.



La máxima pena que se le puede imponer a un adolescente infractor, haga lo que haga, es cinco años de reclusión según el Código del Niño, Niña y Adolescente. La familia de la víctima cree que esa pena es insignificante para sancionar la crueldad con la que actúan algunos menores de edad.
El abogado de la víctima, Eduardo Mérida, anunció que apelarán por la sentencia de tres años impuesta a uno de los estudiantes.
El juez alegó que en los nueve videos presentados como evidencia por la Fiscalía y la parte acusatoria, el adolescente no aparece violando a la colegiala sino “mirando” los vejámenes.
“La ley establece que también son autores quienes cooperan en un delito o las personas que sin su cooperación, no se hubiera podido consumar el delito. Este estudiante impidió que la víctima escapara cuando aún podía hacerlo”, amplió Mérida. 

La familia de la estudiante y el abogado defensor destacaron la pericia del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) de La Paz, que logró rescatar un total de nueve videos y varias fotografías de los celulares secuestrados por la Fiscalía.

“Estas pruebas, que fueron proyectadas en el segundo día del juicio oral, son aberrantes, pero han sido contundentes a la hora de dictar la sentencia”, aseveró el abogado.
ANTECEDENTES El 21 de marzo de este año, una estudiante de 17 años caminaba hacia su unidad educativa, cuando un compañero de aula y dos estudiantes de otros cursos la interceptaron e intimidándola con un estilete le ordenaron acompañarlos a la casa abandonada que está cerca del establecimiento escolar, en el barrio Kami del municipio de Colcapirhua.
La obligaron a beber gaseosas con alcohol y un fármaco. Ella perdió la consciencia. Por más de cuatro horas, hasta las seis y cuarto de la tarde, los tres adolescentes vejaron a su compañera, pero además filmaron los vejámenes con sus teléfonos celulares y más tarde distribuyeron las imágenes a otros alumnos y las difundieron a través de las redes sociales de internet.

Llovieron los insultos en el muro del Facebook de la víctima. Los agresores seguían yendo al colegio y se burlaban de ella. Profundamente deprimida, la víctima dejó de asistir a la unidad educativa y hablaba de quitarse la vida, por lo que su familia tuvo que vigilarla las 24 horas del día.

Fuente: Opinión