Guía para entender el evismo

Evo-Morales-635 Dedicada a los visitantes demócratas llegados a la Cumbre del G77.

La nueva Constitución: piedra angular del Estado neo-autoritario

En los últimos años, Bolivia ha pasado de ser una República a convertirse en un Estado Plurinacional, figura sui generis con la que se camufla un orden neo-autoritario.

Este nuevo orden de tendencias totalitarias tiene su piedra angular en la nueva Constitución Política del Estado, que fue aprobada violando las disposiciones de la Ley de Convocatoria de la Asamblea Constituyente, que establecía el principio de los 2/3.



Su aprobación tuvo lugar en el cuartel de La Calancha y fue bautizada con la sangre de tres universitarios de Sucre que fueron asesinados por fuerzas policiales en los alrededores de ese lugar.

La reelección: eje de la nueva CPE

La disposición central de la nueva CPE, lo que le interesaba ante todo al MAS, era la reelección, el primer paso hacia la perpetuación en el poder.

Recordemos que Evo Morales dijo en un discurso en el Palacio Quemado que su grupo político llegó al gobierno para quedarse 50 años. Tenemos entonces una intención confesa de romper el principio democrático de la alternancia.

Aunque la reelección fue establecida para una sola vez, el Movimiento Al Socialismo y su Tribunal Constitucional hacen una interpretación flexible de la Carta Magna, en función de su conveniencia.

El fin del Estado de Derecho

Aún cuando la nueva CPE fue la herramienta básica para establecer el nuevo régimen hiper-presidencialista, Evo Morales y su partido no han dudado en violarla cuando les ha parecido necesario.

El mismo presidente indicó con desvergüenza que él “le mete nomás” a las medidas ilegales, y después “que lo arreglen sus abogados”.

De esta manera Bolivia se ha colocado fuera del Estado de Derecho. Estamos ante un nuevo tipo de gobierno de facto, que ha utilizado las urnas para llegar al poder pero que no lo ejerce de manera democrática.

Más allá de la República

Un pilar principal de este nuevo régimen antidemocrático es la violación del principio republicano de la independencia de poderes. El Ejecutivo somete tanto al Legislativo como a la Justicia.

El Poder Legislativo, ahora reducido a la condición de “Órgano”, se limita a aprobar las iniciativas enviadas por el Ejecutivo. Aunque varios parlamentarios de oposición ejercen el derecho a la fiscalización, el oficialismo aplica el rodillo con sus legisladores “levantamanos”.

El sistema judicial está sometido a una fuerte injerencia gubernamental, como lo reconoció incluso el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. De esta forma la justicia se convirtió en una maquinaria para perseguir a quienes piensan diferente.

Autoritarismo electivo

Estas prácticas hacen que el gobierno de Evo Morales ya no pueda ser calificado como plenamente democrático, sino más bien como un régimen híbrido, que combina algunos procedimientos residuales de la democracia con otros francamente autoritarios.

Podemos decir que Bolivia, con el evismo, tiene un pie dentro de la democracia y otro fuera de ella.

Resultados del neo-autoritarismo

La consecuencia de este nuevo orden autoritario es la muerte de alrededor de 100 bolivianos, muchos de ellos a manos de fuerzas policiales y militares, o por la acción de las milicias sindicales del oficialismo

Por otra parte, hay unos 40 presos políticos, muchos de ellos en calidad de detenidos preventivos, violando ampliamente el límite de tiempo establecido en nuestra legislación.

De acuerdo a cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hay actualmente casi 800 exiliados bolivianos en distintas partes del mundo. El último reporte de ACNUR, previo a la salida del senador Róger Pinto y del ex fiscal Marcelo Soza al Brasil, hablaba de 775 refugiados.

La necesidad de restablecer la República

Todo esto nos lleva a la imperiosa necesidad de restablecer la República, sobre todo el sistema de equilibrios y contrapesos que constituyen su eje fundamental.

Para esto será un paso de gran importancia el crecimiento parlamentario de la oposición, con el objetivo de romper el hegemonismo institucional del Movimiento Al Socialismo y así ponerle freno al abuso y la hiper-corrupción…

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