Entre la humorada y el globo de ensayo, Evo Morales dijo hoy que “después del G77 más China” hay que juntar su nombre con el de Percy Fernández y dar vivas a “PEVO”.
Todo podría parecer una simple broma de no ser por el dato cronológico: después del G77 comienza la fase electoral pura y dura.
Una interpretación posible es que el cocalero aspira a sumar a Fernández a su campaña de reelección presidencial, en el marco de su estrategia de ingreso en el bastión opositor cruceño.
Pero no habría que descartar algo más, como un tanteo en el sentido de conformar un binomio alternativo que resulte atractivo para la clase media de Santa Cruz, sacrificando al vicepresidente Álvaro García Linera, últimamente tan jaqueado por escándalos de corrupción.
En otros tiempos (elección de 2005), García Linera fungió de atractor de ingenuos en el mismo electorado, cultivando una falsa imagen de moderado que, como se comprobó posteriormente, solo encubría al jacobino radical.
Dado que ya no puede retomar creíblemente su pose inicial, podría estar acercándose la hora de su sustitución…