Las partes del reloj

Carlos Herrera*HERRERAOK_thumb1Los que hacen política en Latinoamérica debieran hacerse la siguiente pregunta: ¿Cuál es el origen del bienestar de las sociedades desarrolladas?Porque contrariamente a la creencia general, éste no proviene exclusivamente de las puras ideas políticas, sino más bien del sistema de producción que desarrollan, esto es, del conjunto de ideas, valores, leyes e instituciones con el que una sociedad regula y ordena su trabajo y su vida. Y esto importa porque según la experiencia de los países más adelantados del mundo, el bienestar de un pueblo es consecuencia directa de su capacidad de oferta, es decir, de su capacidad para producir bienes y servicios, porque es de ahí de donde vienen las divisas que hacen posible un aumento del consumo, esto es, que la gente salga de la pobreza.Pero, ¿qué es un sistema de producción? La idea básica de sistema dice: “conjunto de partes que interactúan en un mismo sentido”.Es decir, los sistemas son una sumatoria de las partes, no una de las partes. Usemos una descripción prestada para graficar mejor la cosa. Todos sabemos que “ninguna de las piezas de un reloj tiene la virtualidad de dar la hora por sí misma, ni tampoco todas ellas juntas pero desarmadas sobre una mesa; mas sí todas estructuradas en ese conjunto funcional que llamamos reloj” (Antonio Andaluz).En el caso del desarrollo de los pueblos es lo mismo, si no se ensamblan debidamente las partes del reloj productivo, no es posible alcanzar el desarrollo. Pongamos entonces primero las partes de este reloj sobre la mesa para luego tener una mejor idea del sistema que se requiere para desarrollar un país. –Una legalidad que apoye y legitime la idea del “interés personal” que es lo que mueve la inmensa maquinaria productiva mundial. Es decir, leyes que apoyen y promuevan el derecho de las personas a obtener y acumular riqueza, porque ni aquí ni en la China las personas trabajan por puro amor a la patria, lo hacen para poder comprar luego lo que necesitan o quieren.–Protección para las personas de los caprichos y las arbitrariedades del Poder Público, esto es, vigencia de los derechos fundamentales, que son aquellos derechos heredados de las revoluciones francesa y americana, y que establecen la inviolabilidad de la vida, la libertad, la dignidad y la propiedad de las personas. De lo contrario cualquier aventurero puede encarcelar a las personas a capricho, o confiscar y mandar a la quiebra a empresas que costaron una vida levantar, tal y como ocurre donde gobierna el populismo.–Estado que entienda su rol de dirección y regulación, más que como actor de la producción. La economía planificada o la de amplia participación estatal con empresas públicas compitiendo con las privadas, interfiere el buen desarrollo de la economía, porque esas empresas (debido a la intromisión política en su gestión) terminan no sólo siendo subsidiadas por el Estado debido a su mala administración, sino también protegidas con monopolios que van en detrimento de la idea de trabajo libre en mercados abiertos. –Promoción de una economía de mercado, es decir, estímulo para el trabajo en condiciones de competencia abierta, que es la razón de fondo para lograr “mejores productos a mejores precios”. El mercado es además el mejor asignador de los recursos económicos, porque dirige el trabajo y el capital a los negocios con verdadera rentabilidad, esto es, adonde los emprendimientos son sostenibles en razón de tal cualidad.–Manejo transparente y eficiente de los recursos públicos. Esto es, inversión pública pero en lo que atañe directamente al apoyo a la capacidad productiva de un pueblo, la salud, la educación y la infraestructura. No derroche en empleo improductivo, ni asistencialismo demagógico.–Apoyo a la educación, pero una educación que atienda el interés productivo, es decir, promueva el conocimiento científico moderno y la racionalidad como herramienta de conocimiento, no la mitología o el dogma ciego.–Seguridad jurídica, normas estables y de cumplimiento generalizado, tanto por parte de autoridades como de los ciudadanos.–Régimen de gobierno democrático republicano, esto es, sistema de gobierno con pesos y contrapesos (poderes clásicos) así como participación social en la formación de la voluntad política de la nación (elecciones periódicas para cambiar autoridades). A los fines de evitar la concentración del poder en manos de unos cuantos, porque aquello alienta la corrupción y el despotismo.–Concepto del Estado como ente servidor de la sociedad, no jefe supremo de la misma. Es decir, también obediente de las normas constitucionales. –Descentralización del Poder Político. Para que la gente opine y participe de una forma más directa en los asuntos sociales. –Idea del mérito como agente de movilidad social, porque sin capacidad ni formación, no hay desarrollo personal ni social. En síntesis, producir bienes y servicios no es un asunto simple, porque no es sólo un problema de inversión de recursos, también se pone en juego la imaginación y el conocimiento. Esto sin embargo no es posible hacerlo desde la ignorancia más olímpica. Se requiere un sistema educativo y unas universidades de primer nivel. La educación básica (primeros años de colegio) es entonces clave para el desarrollo, porque ahí se empieza a formar la racionalidad y el entendimiento de las personas. Es decir, que los niños aprendan a juzgar los asuntos generales apelando a la racionalidad y a la información veraz, más que a la mitología folclórica o al conocimiento promovido por la ideología. Después de haber estimulado la facultad razonadora en los escolares, llega el momento de introducirlos en el mundo del conocimiento propiamente; el tiempo de la Universidad. Aquí es donde se forma la inteligencia productiva de una nación, porque de ahí salen los comandantes del mundo económico de las naciones, es decir, los investigadores, los gerentes, los empresarios, los científicos, los innovadores y los creadores. Importa mucho vigilar de cerca si los conocimientos que la Universidad imparte están debidamente ligados a los intereses nacionales, esto es, si la ciencia que se enseña sirve para los fines del crecimiento productivo, más que para la especulación sociológica, un deporte común en las universidades latinoamericanas.El desarrollo entonces es un asunto complejo que requiere del ensamblaje de varios factores en un sistema que le permita a la gente trabajar con seguridad, y en una atmósfera de libertad y protección de las leyes. *Abogado