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El centrocampista internacional alemán Toni Kroos ha vivido una intensa jornada en su presentación como futbolista del Real Madrid, equipo por el que ha firmado para las próximas seis temporadas.
Todo comenzaba a primera hora de la mañana, cuando el club anunciaba de forma oficial su contratación a través de la página web tras varios días de rumores sobre una llegada desde el Bayern Múnich.
A la noticia le siguió el aterrizaje del jugador, de 24 años, en la capital de España para afrontar todos los actos relacionados con su presentación. Antes de la misma, sin embargo,tuvo tiempo para hacer una breve visita a la ciudad deportiva del Real Madrid.
Allí aprovechó para conocer a varios de los que serán sus compañeros y también al cuerpo técnico. De hecho pudo conversar con el entrenador Carlo Ancelotti. Además, descubrió la que será su habitación en la residencia.
El siguiente paso en su periplo fue el desplazamiento hasta el hospital Sanitas La Moraleja. En el interior de las instalaciones superó de forma satisfactoria las pruebas cardiorrespiratorias y osteomusculares a las que fue sometido, tal como comunicó la entidad.
Se acercaba pues el momento clave, la hora de viajar hasta el Santiago Bernabéu para encontrarse con el cariño de una grada que se había ido llenando progresivamente y esperaba ansiosa a su nuevo ídolo.
En el estadio aguardaba también el presidente Florentino Pérez y la Junta Directiva con la intención de darle la bienvenida previa a la firma de su contrato. Finalizado el proceso, recibió como obsequios una réplica del estadio, un reloj y una camiseta con su nombre y el número ocho.
Salió entonces al palco de honor entre la sonora ovación que le brindaron los seguidores. Junto a él, en un segundo plano, personas de su entorno cercano como su hermano Félix, también futbolista profesional.
Tras los discursos de Florentino Pérez y del propio centrocampista en los que destacaron las menciones por parte de ambos hacia la figura de Alfredo di Stéfano, fallecido recientemente, Kroos se encaminó hacia el vestuario para cambiarse y saltar al césped.
Fue entonces cuando conoció el calor. Por un lado el propio de las fechas veraniegas de Madrid, por otro el de todos aquellos que le aplaudían desde las butacas. Después de hacer varios toques y posar, quiso responder a los gestos de entrega que había recibido durante la tarde.
Así lanzó varios balones a la grada e incluso se animó a ejecutar, y transformar, un penalti en la portería del fondo norte.
La acción despertó el clamor de los asistentes con gritos de ‘Toni, Toni’. Finalmente se marchó para someterse a las preguntas de la prensa con el himno de la ‘Décima’ sonando de fondo, concluyendo así un día de ensueño para el campeón del mundo.
Fuente: Red Uno, El Deber