Evo Morales esta más desequilibrado que antes

Federico Müggenburg

Federico-Muggenburg-250 El gobierno de Evo Morales en Bolivia ha dictado una medida que se integra en el proceso de descolonización que promueve desde el día que asumió la presidencia por primera vez. Las autoridades de La Paz apoyan este nuevo cambio, como un nuevo símbolo de soberanía y antiimperialismo. Este cambio se ha plasmado en el reloj del frontispicio de la Asamblea Legislativa Plurinacional, encargada de aprobar esta ley por el conocido método de “fast track”. Desde el solsticio de invierno de este hemisferio, el 21 de junio al Lucero del Alba, en las tierras bajas del ecuador del planeta se marca el año andino amazónico. Los números romanos del viejo reloj, fueron sustituidos por números arábigos, sólo que girando en el sentido inverso al que estamos acostumbrados todos.

El ministro de Asuntos Exteriores de Bolivia, ha justificado este giro copernicano de las manecillas en la “recuperación de la identidad de los pueblos” de esta parte del mundo. “Estamos en el sur y, como estamos en tiempos de restituir nuestra identidad, el Gobierno boliviano está recuperando nuestro sarawi [camino en aimara]. De acuerdo con él, de acuerdo con nuestro Nan [en quechua], nuestros relojes deberían girar a la izquierda”. Explicó el canciller David Choquehuanca.



Todo empezó el día que Evo Morales asumió la presidencia en tres ceremonias distintas: la 1ª. En una zona arqueológica junto al lago Titicaca, en la que envuelto en “ropajes rituales indígenas” recibió el “bastón de mando” otorgado por los “ancianos” que encabezan el culto de la “Pachamama”, [-“madre tierra” en quechua y aymara-]. La 2ª. En el edificio del Parlamento boliviano ante [la mayoría legislativa del MAS] y la 3ª. En la Plaza principal de La Paz, en donde recibió el apoyo del [“Encuentro Mundial de Líderes Sociales”], destacando los “piqueteros” de Argentina, algunos representantes del “Movimiento de los sin Tierra” de Brasil, y del movimiento indígena Pachakutik de Ecuador y del EZLN de Chiapas, México. Además, los llamados “agentes promotores” de la “teología india”, quienes pretenden rescatar los antiguos ritos paganos de los indígenas, que siempre fueron considerados “idolatría”, confeccionando “jerarquías y liturgias autóctonas”. Conviene recordar cómo sacerdotes e incluso obispos, en el “V Encuentro Latinoamericano de Teología India” en abril de 2006, en Brasil, ensalzaron y agradecieron “el levantamiento indígena y el empoderamiento de los indígenas en Bolivia”. También hay constancia de que a Evo Morales le entregaron en febrero de 2009, en Coyoacán, México, D.F., el bastón de mando de [“las comunidades indígenas mazahuas”], del Estado de México.

Ahora resulta otra sorpresa, -como el cáncer de Hugo Chávez-, la confrontación de más de un millar de indígenas contra Evo Morales, -y cinco mil que se sumaran en el camino-. Iniciaron la caminata de treinta días partiendo de Trinidad, poblado a quinientos kilómetros de La Paz. Rechazan la construcción de una carretera que atravesará el corazón del [“Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure”], reserva de la Amazonia boliviana, en donde viven quince mil indígenas de las etnias chimana, yucaré y moxeños. Todo esto a pesar de que los indígenas fueron el soporte de la elección y reelección de Evo Morales, la ONU le otorgó el título de [“Héroe de la Madre Tierra”]. Con la reelección de Evo Morales, se dio la entrada en vigor de un nuevo nombre para el país andino; “estado plurinacional de Bolivia”, que ha producido consecuencias en los “usos y costumbres”. Ahora hay dos sistemas políticos y dos sistemas jurídicos en vigencia. El de Bolivia y el de las naciones indígenas originarias”. Los datos de cómo de acuerdo a la” justicia originaria” se actúa, fueron revelados por los informes de los cuatro policías linchados” recientemente: “las ampollas de los cadáveres reflejan las quemaduras de tercer grado debido a que varias personas les vaciaron agua hirviendo antes de matarlos a patadas y golpes con piedras y palos”. Se suspendieron todas las audiencias legales en varios casos de linchamientos ocurridos desde hace más de dos años, en las zonas de su jurisdicción.

A pesar de todo ello, el presidente Morales, firmó una nueva ley que reconoce la validez de la [“justicia indígena y comunitaria”], con lo cual quedó justificada la barbarie de estos linchamientos que se hacen a base de [“juicios y sentencias orales”]. Así se manifiestan las variantes bolivianas de la “justicia revolucionaria” del “nuevo socialismo del siglo XXI”. Así se han roto las soberanías y preceptos jurídicos de las distintas naciones de la región y se ha desarrollado un estallido revolucionario silencioso que abarca a las comunidades indígenas de Argentina, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y distintos países de Centro América, llegando hasta México y en algunos casos hasta Alaska. Todo ello, a ambos lados de la cordillera andina, las vertientes de las mesetas de Anáhuac, y en el norte, a ambos lados de la cordillera de las Rocallosas. Ya lo único que nos falta es que inventen, que se dan las mismas situaciones a ambos lados de los Pirineos y de los Urales, para que se cumpla sus fantasías de la concepción que ellos tienen de lo [“global” y de lo “local”] en contradicción dialéctica.

Todo sea por imponer “el nuevo socialismo del siglo XXI”, que según la fantasía de Evo Morales, procede de su [continuo masticar hoja de coca], que le hace tener visiones que confunden su mundo de drogas con la realidad.

La Semana Ahora – México