Listas perfilan una Asamblea Plurinacional con menos indígenas

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que la procedencia étnica era un elemento importante, central, en la política boliviana. Hubo debates en la Asamblea Constituyente, donde un asambleísta, Gamal Serham, desafió a otro a menear el árbol genealógico para ver de qué ramas caían más abarcas y polleras. Hubo momentos en los que diputados y constituyentes desempolvaron plumas, pieles y tejido para reafirmarse como indígenas y legitimarse en el nuevo tiempo político, aunque en el exterior del hemiciclo su vestimenta fuera lo más occidental y convencional posible. Ese tiempo parece que se acabará en la próxima legislatura.

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El primer round del combate electoral se vivió en la Plaza Abaroa, afuera del TSE



EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia

Los cinco frentes que competirán en las elecciones generales no han incluido a una gran cantidad de representantes indígenas en sus franjas de seguridad y se ha privilegiado la experiencia política, la capacidad profesional o la representatividad de otro grupo para elegirlos como candidatos. Así, la segunda Asamblea Legislativa Plurinacional se perfila con menos ponchos, polleras y plumas de lo que lleva el ‘proceso de cambio’.

Para el analista político Carlos Cordero, el Movimiento Al Socialismo encara una renovación de hasta el 90% de sus representantes. Cree que con sus listas está buscando personas con más habilidades ‘político-argumentativas’.

“Será una legislatura en la que se va a recuperar la capacidad del debate político. Teníamos una especie de Parlamento -sobre todo el último- donde no se necesitaba debate, sino disciplina. Lo que se vislumbra con las listas es gente con habilidad política para debatir, más combativa, menos dócil y así reaparecerá el debate”, augura Cordero.

Corte y confección

Si como sucedió en las elecciones de 2009, el MAS se vuelve a hacer fuerte en las provincias y se alza con dos terceras partes de las diputaciones uninominales, allí habrá indígenas. No necesariamente serán representantes de organizaciones originarias como la Central de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) o del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo, sino más bien estarán más relacionadas a los campesinos e interculturales.

Según explica Carlos Romero, exministro de Gobierno y hoy candidato al Senado por Santa Cruz, en las diputaciones territoriales se privilegió la decisión de las organizaciones de base aliadas al Gobierno. En este caso, campesinos, obreros, juntas vecinales, asociaciones de mujeres, transportistas y gremialistas.

Así se lo puede ver en la lista del oficialismo de Santa Cruz, donde conviven los interculturales -colonizadores- del Norte Integrado y de San Julián, con el transportista Mario Guerrero o la exsenadora Gabriela Montaño, que va como candidata a diputada.

Romero admite que, a diferencia de las primeras etapas del proceso de cambio, no habrá una presencia indígena tan resonante, ya que otros sectores de la población se han incorporado al proyecto político del MAS y que los indígenas y campesinos han tenido la apertura para admitirlos.

No es el caso de todos. Hubo voces discordantes dentro del MAS a la aparición de ciertos candidatos que tuvieron pasado en otros partidos, pero que fueron ‘invitados’ a discutir esos temas de forma orgánica y no a través de los medios.

Para Fernando Vargas, candidato a presidente por el Partido Verde de Bolivia, ahora al oficialismo no le interesa los indígenas y cree poder seguir utilizando a los quechuas y aimaras del área rural, que en su momento eran importantes, pero que hoy no aparecen en sus listas. Cree que las organizaciones indígenas se cansaron de elegir a sus representantes para que se los cambien y buscan una alternativa. Sin embargo, Vargas admite que incluso en sus listas faltan indígenas, sobre todo de tierras bajas. Explica que las organizaciones tardaron mucho en definir a sus representantes y mandaron las listas 10 minutos antes de la medianoche del lunes, día en el que cerraba la inscripción ante el Tribunal Supremo Electoral. “Así tampoco se puede. Tenemos que aprender de nuestros errores”, afirmó Vargas.

Otra mirada

Para Serham, hoy candidato a senador por el Partido Demócrata Cristiano, se pondrá fin a un falso debate de identidad étnica ligado a la política. Recuerda que cuando fue constituyente se veía a varios representantes indígenas de faldas, bluyíns y top en el aeropuerto de Sucre, mientras que en el hemiciclo vestían trajes típicos. Asegura que los democristianos eligieron a sus candidatos sobre la base de la renovación y la capacidad de expresar la heterogeneidad de la nación boliviana.

Por su parte, el postulante al Senado por Unidad Democrática, Óscar Ortiz, señala que la forma de elegir a los candidatos por la concertación entre Samuel Doria Medina y Rubén Costas no dependió mucho de ponchos, polleras y plumas, sino de la capacidad de debate y coherencia política. Así, por ejemplo, explica que está Savina Cuéllar, que fue máxima representante de las mujeres campesinas antes de ser prefecta de Chuquisaca, pero también otras personas, profesionales que ‘en los últimos ocho o nueve años’ demostraron una posición invariable, más allá de que hubieran estado expuestas a presiones. “Han demostrado capacidad y compromiso y se han mantenido en la oposición”, dijo el expresidente del Senado. 

Ni siquiera las especiales

Pero tal vez la mayor muestra de la crisis de representatividad indígena que se avecina sean las circunscripciones especiales. Creadas por ley en siete de los nueve departamentos de Bolivia (todos, menos Chuquisaca y Potosí), solamente el MAS puso un representante a cada una de las siete diputaciones.

La Unidad Demócrata no registró representante en Cochabamba, mientras que el MSM encontró postulante en La Paz y Pando. Los democristianos, solo en Santa Cruz 

  Las claves 

Con experiencia

Casi todas las fuerzas políticas se han decantado por gente con pasado parlamentario o en la administración municipal y la han puesto en la supuesta franja de seguridad. Se viene una asamblea con más peso político.

Asegurar lealtades

En la oposición se quiere evitar el desbande que protagonizó Convergencia Nacional en la presente gestión. Buscaron candidatos con lealtad probada para minimizar riesgo de migración política.

El MAS toma sus recaudos

Parece que el oficialismo se prepara para una Asamblea dura. Ha movido fichas del Ejecutivo y ha asegurado la presencia de varios punteros políticos en varias cámaras.

Agenda interesante

Hay una posible reforma constitucional en la futura Asamblea, también un debate fuerte sobre la justicia y su futuro.

  A qué apuesta cada uno 

MAS

Movimiento al socialismo

Representatividad y manejo

Según Romero, la lista del MAS trata de expresar un ‘tejido social’ en el que se sientan representados indígenas, campesinos, transportistas, gremiales, profesionales e intelectuales. Pero también esta vez incluyó gente con manejo técnico, como él mismo, René Joaquino, Adolfo Mendoza o Gabriela Montaño.

UD

UNIDAD DEMÓCRATA

Toda la carne al asador

Tanto Unidad Nacional como demócratas han sacado todo lo mejor que tienen en su armario y lo han devuelto al redil electoral. Así reaparecen Óscar Ortiz y Arturo Murillo. Según Ortiz, lo que se busca es gente que sea coherente, que mantenga sus principios después de salir elegida y que pueda debatir en la Asamblea Legislativa Plurinacional

PDC

PARTIDO DEMÓCRATA CRISTIANO

Los opositores más radicales

Tuto Quiroga ha armado sus listas entre sus leales de cuando fue presidente y los que no lo abandonaron cuando murió Podemos. Exconstituyentes como Gamal Serham o exdiputados como Pablo Banegas vuelven al redil. A ello se suma una alianza con falangistas, que tendrán postulantes uninominales en Santa Cruz y Chuquisaca.

PVB

PARTIDO VERDE DE BOLIVIA

Por el voto Tipnis

El Partido Verde de Bolivia tiene en su candidato a presidente su mayor basamento. Fernando Vargas, presidente de la Subcentral Tipnis, tratará de revivir el llamado ‘voto Tipnis’, aquel que obtuvo más del 50% de los votos -como blanco y nulo- en las elecciones de magistrados del Poder Judicial. Esta votación coincidió con la octava marcha indígena.

MSM

MOVIMIENTO SIN MIEDO

HACERSE FUERTE EN LA PAZ

El MSM pone toda la carne en el asador en La Paz. El exdiputado Fabián Yaksic, exconcejales y exfuncionarios de la Alcaldía de La Paz estarán en la supuesta franja de seguridad de los ‘sin miedo’. En las otras regiones dependen de sus alianzas y, a priori, son menos fuertes.

  ANÁLISIS 

Estamos, otra vez, ante una política de camarillas

Carlos Guzmán – Politólogo

Ya habíamos dicho que esta iba a ser más una elección legislativa que de presidente y lamentablemente, con estas listas, se constata que en 2015 van a seguir siendo los mismos tanto en el oficialismo como en la oposición.

El sistema político boliviano es estático. A nivel de listas de diputados, por más que se cambien los nombres seguirá existiendo la misma representación de grupos, corporaciones y parentescos que han estado trabajando en la escena política boliviana y que se van a prolongar cinco años más. Ni siquiera hay movimiento o dinámica a nivel dirigencial. Tanto el oficialismo como la oposición mantienen una forma de elección clientelar, corporativa, prebendal y sin sorpresas. En el oficialismo, le toca al presidente del sindicato o al representante de una federación. Es decir, pueden cambiar los rostros y los nombres, pero en el fondo seguirán siendo y representando a los mismos. 

El MAS, por lo menos en Santa Cruz, ya no podrá presentarse como un partido indígena. Tal vez sí como uno de campesinos, pero no de indígenas. El núcleo ideológico indígena se ha replegado, se ha alejado de la política o no tiene mucha representación entre sus bases.

Las listas de la oposición son igual o más preocupantes. Son una muestra de conservadurismo, de imposibilidad de salir de grupos o de unir facciones. Es más, son tan iguales que entre ellos se repelen, por eso no se pueden unir. Es una ley física. Cada uno tiene su pequeño nicho, su pequeño cliente y no puede tejer nexos ni ver las cosas que lo une al otro. A ambos les falta flexibilidad, trabajo, diálogo. A estas listas les sobran parientes, reciclados y mandados. Estamos, otra vez, ante una política de camarillas