Los nuevos caza-bobos de Evo

evo2 Evo Morales se hizo conocido como dirigente de los sindicatos cocaleros en los tiempos en que estas organizaciones colocaban minas antipersonales caseras, apodadas “caza-bobos”, en sus campos, para agredir a las fuerzas policiales y militares encargadas de la erradicación de cultivos excedentarios (es decir, dedicados a abastecer al narcotráfico).

Esta práctica siniestra le costó la vida a muchos uniformados, provocando la mutilación de otros tantos.

En otras latitudes, esto habría suficiente para ocasionarle serias sanciones penales al líder del trust cocalero, además del fin de su carrera política. Pero las cosas no sucedieron así en Bolivia y hoy Evo ha tomado el timón del Estado, mientras mantiene al mismo tiempo el de los violentos sindicatos chapareños.



En el marco de su campaña para la (inconstitucional) re-reelección, Morales ha dispuesto nuevos caza-bobos, ya no elaborados con dinamita sino con falacias propagandísticas destinadas a atrapar incautos.

Tenemos entonces los anuncios de YPFB sobre el descubrimiento de varios campos que triplicarían la producción gasífera, imaginativa noticia que ha causado hilaridad entre los expertos del tema hidrocarburífero.

O el aviso de que el gobierno impulsará cuatro nuevas líneas del teleférico, o la promesa de no realizar nuevas nacionalizaciones, pergeñada para tranquilizar a la clase media y fácilmente olvidable en un futuro cercano.

Son, probablemente, muestras de nerviosismo ante algunas encuestas que no se hacen públicas, entre otras cosas porque las prohíbe el Órgano Electoral controlado por el oficialismo…

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