Elecciones sin árbitro

OEP La última resolución del Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirma su alineamiento político pro-gubernamental, ya señalado por indicios anteriores.

El Órgano Electoral acaba de atarle las manos a la oposición, cortando la emisión de spots por televisión, mientras hace la vista gorda ante la omnipresencia del oficialismo por los medios masivos de comunicación, mediante la transmisión de actos de entrega de obras públicas.

Tenemos entonces que el TSE se ha convertido en un jugador más del equipo masista, por lo que podemos decir que estamos ante unos comicios sin árbitro imparcial.



Sumemos esto a las dudas sobre la veracidad del padrón biométrico, al ventajismo por el abuso de la cosa pública para la campaña reeleccionista, al uso de los medios estatales como herramientas de guerra sucia y al veto de los “movimientos sociales” pro-oficiales a la entrada de candidatos opositores en ciertas regiones del país, y tendremos un cuadro de irregularidad y escasa transparencia para el sufragio de octubre, situación que pone en jaque al mismo sistema democrático.

Se impone por lo tanto una participación vigilante en las elecciones nacionales, ya que el abstencionismo no es una opción, porque solo ampliaría la representación del evismo en el Parlamento, como ya sucediera en Venezuela…

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