Elevadas deudas son móviles de secuestros en Santa Cruz

Inseguridad. Los rescates dependían del pago de $us 50.000 o 1 millón.

imageDetención. Policías trasladan a integrantes de una banda de secuestradores que fue desarticulada este mes. Angelica Melgarejo-Archivo.

La Razón / Santa Cruz, Bolivia



En lo que va del año se registraron al menos cuatro secuestros en la ciudad de Santa Cruz. Los autores de estos raptos, lejos de exigir dinero por el rescate de sus víctimas, pidieron el pago de deudas ligadas a actos ilícitos de narcotráfico y juegos de azar.

Investigadores indicaron que estos casos que salieron a la luz tenían como objetivo la recuperación de deudas que iban desde $us 50.000 hasta $us 1 millón. No descartaron que se hayan registrado otros casos más y que éstos no hayan sido denunciados a la Policía precisamente porque son hechos que están relacionados con actividades ilegales, entre ellas el lavado de dinero.

Por ejemplo, el último caso esclarecido por la Policía, a principios de este mes, sobre el secuestro de Carolina Gutiérrez y José Carlos Vaca Díez, confirma que detrás del plagio estaba en juego alrededor de 700.000 euros, cerca de $us 1 millón, según informó Jorge Pérez, ministro de Gobierno.

Extranjeros. La desarticulación de la banda delincuencial que estaba detrás del secuestro de la pareja era integrada por extranjeros y bolivianos, con lo que se cuestionó el sistema del control fronterizo. Pérez dijo que la organización tiene nexos internacionales, mientras que los investigadores encontraron indicios de que un colombiano llegó al país para comandar el rapto. 

El 15 de marzo hubo un hecho similar, el blanco era un ciudadano español por el que los raptores exigían el pago de una deuda de $us 100.000 para liberarlo. Sin embargo, al igual que el citado último caso, una intervención policial logró el rescate y aprehendió a tres personas que formarían parte de una organización delictiva.  

Otro secuestro se dio el 24 de marzo. La víctima era un niño de 11 años que recientemente había llegado de España. El caso estaba relacionado con un problema familiar y vinculado al narcotráfico, según la Policía. Los captores pidieron una suma importante de dinero a los padres para liberarlo, pero el monto no fue dado a conocer.

Hasta el momento ninguna autoridad policial confirmó la existencia de grupos organizados vinculados al narcotráfico y lavado de divisas que estén operando en el territorio boliviano.

El cuarto rapto ocurrió la primera semana de mayo, cuando se reportó la desaparición de un joven asiático de 17 años. Por su liberación pidieron el pago de $us 50.000, que sería la deuda que mantenía la progenitora del muchacho con los plagiadores. 

En el caso del secuestro de este mes, la Policía desarticuló la organización criminal en medio de un operativo armado, en el que abatió a tiros a tres colombianos y aprehendió a cinco personas (dos colombianos, una paraguaya y dos bolivianos).

El secretario General de la Gobernación, Roly Aguilera, dijo que el posicionamiento del narcotráfico en el país genera este tipo de delitos que crean angustia en familias bolivianas en Santa Cruz.    “No podemos seguir negando la realidad de que cárteles y el criminen organizado estén posicionados, asentados y tomando el control de nuestro departamento con secuestro y asesinato”, acotó.

El director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Mario Centellas, descartó la presencia de cárteles en el país. “No existe tal situación porque el dominio de la Policía en todo el país es positivo y esto no ha permitido el asentamiento de este ilícito”, dijo.

No obstante, según investigadores policiales, hay secuestros de alto calibre, donde después de un estudio minucioso y planificación detallada hay raptos de personas con poder económico para pedir recompensa, aunque este año no se dio cuenta de éstos. 

El Director Nacional de la FELCN afirmó que se lleva adelante una investigación por parte de grupos especializados para verificar si existe una relación entre en el narcotráfico y las organizaciones dedicadas al sicariato.

En los 90 hubo dos raptos

CNPZ

En el país hubo dos secuestros de empresarios con el fin de cobrar por el rescate. En diciembre de 1990, Jorge Lonsdale fue raptado por el grupo irregular Comisión Néstor Paz Zamora (CNPZ), que pidió $us 6 millones por la liberación. No se pagó esa suma y la víctima murió en el operativo de rescate.

MRTA

En noviembre de 1995, Samuel Doria Medina fue secuestrado por  el grupo Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA)  que pidió $us 6 millones, de los que se pagó $us 1 millón.

La demanda de guardaespaldas aumenta

Si bien no hay datos oficiales, la demanda de guardaespaldas empieza a tomar cuerpo en las ciudades de Santa Cruz y La Paz. En ambas urbes ya se instalaron dos empresas que prestan este servicio selectivo ante la demanda, lo que era desconocido en años pasados.

El presidente de la Federación Boliviana de Seguridad Privada (Febosp), Juan Carlos Carrillo, confirmó que cada vez hay más personas que demandan escoltas personales.

“El mercado de guardaespaldas ha tenido un crecimiento en las regiones de Santa Cruz, La Paz y en menor proporción en Cochabamba, y esta demanda ha permitido que algunas empresas de seguridad oferten este servicio”, informó Carrillo.

Según el entrevistado, los profesionales en este rubro hacen especializaciones en el exterior. “Hace diez años esto era improvisado y se desarrollaba de manera empírica, ahora ya es profesional”, destacó el representante del sector.

“El costo de contar con un guardaespaldas supera los 1.000 dólares, esto hace que este servicio sea requerido por un grupo selectivo, comprendido por los altos ejecutivos de las compañías empresariales, aquellas personas que se sienten amenazadas y uno que otro político en época electoral”, afirmó el dirigente de la Febosp.

Carrillo detalló que un escolta tiene un entrenamiento especializado en la escuela de custodios de Argentina, porta equipamiento sofisticado y cuenta con un seguro de vida por el riesgo que corre de sufrir un atentado.  Personas que trabajan en empresas de seguridad privada indicaron que en esta actividad incursionaron exoficiales militares, debido a que conocen a cabalidad este servicio especializado.