Eyaculación femenina: todo lo que debes saber

Foto cortesía

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Para muchas personas puede resultar sorprendente el hecho de que las mujeres puedan eyacular. Existe gran controversia y tabú al respecto. Que si es un mito, que si es orina, que si son “efectos especiales”. Sexlecciones



La realidad es que si definimos eyacular como “proyectar una sustancia líquida durante un orgasmo” en ese caso sí. Las mujeres eyaculan.

El orgasmo femenino se produce en el punto máximo de excitación y se trata de contracciones en el útero, las paredes vaginales, la parte exterior de la misma, la zona clitoriana y el esfinter uretral y anal.

Si bien la vagina se lubrica a veces muy abundantemente, nunca vamos a ver un chorro a propulsión que haga pensar que las mujeres eyaculan. Por eso se dice que las mujeres tienen orgasmos hacia dentro y los hombres hacia fuera. Porque las mujeres sienten contracciones dentro de su cuerpo, como una sensación de succión. Mientras que los hombres sienten también contracciones pero es una sensación de expulsión, de proyección.

Para que una mujer eyacule primero hay que entender esto. También hay que enteder que esto puede controlarse y darse vuelta en ambos sexos. En el caso de los hombres ya hablamos del orgasmo seco aquí.

Para las féminas es lo mismo. Tienen que aprender a tener orgasmos eyaculatorios, hacia fuera.

¿Cómo y cuándo sucede eso?

Durante la excitación toda la zona genital externa e interna se inflama y sensibiliza. La sangre hincha los tejidos y todo se vuelve más sensible.

Justo detrás del clítoris, aderidas al canal uretral, entre la vegiga y las paredes vaginales se encuentran las Glándulas de Skene.

Estas glándulas a unos dos o tres cm en el interior de la vagina

Dicho fluido no es orina, es un líquido alcalino segregado por las glándulas de Skene, compuesto de enzimas, proteínas, glucosa y fructosa.

¿Todas las mujeres pueden?

En mayor o menor mendida todas las mujeres pueden eyacular. Todo depende de cuánto de desarrolladas tenga sus glándulas de Skene y cuanto empeño se ponga en la tarea.

Al tacto, la zona del punto G se manifiesta como una textura más rugosa que el resto de la pared vaginal.

Lo primero es encontrar el lugar. Puedes hacerlo tu misma o explorar con tu pareja.

¿Cómo se consigue?

Como hemos dicho lo primero es tomar conciencia de que para eyacular, el orgasmo tiene que ser hacia fuera. Esto es, en el momento del climax tratar de proyectar energía desde la zona púbica, el lugar de recibirla.

¿Y como se hace eso? Si nos concentramos en el músculo pubocogcígeo (suelo pélvico, control de esfínteres) nos damos cuenta de podemos contraerlo y relajarlo. Pero además podemos proyectar con él, como cuando empujamos para orinar.  Así que digamos no tiene dos movimientos sino tres: relajación, contracción y proyección o apertura.

La próxima vez que vayas a tener un orgasmo, concentrate en este músculo y proyecta con él, empuja como si quisieras orinar. Verás que se siente diferencia. En el orgasmo interno, la sensación es desde el interior del útero hacia las extremidades, nunca sale del cuerpo. Cuando sientes un orgamo hacia fuera, como los hombres, la energía sale del interior hacia fuera del cuerpo, dejando un exquisito vacío.

Si te ayuda puedes imaginar como la energía brota de tu centro hacia fuera, como luz o como agua o quizá te pueda servir imaginar que tienes pene y puedes eyacular realmente. La cuestión es encontrar la sensación.

La segunda parte es estimular correctamente el famoso punto.

Cuando la vagina esté lista para entrar (bien lubricada y relajada) introduce uno o dos dedos con la yema hacia arriba y palpa entre los tres y los cinco cm hacia dentro. Como expusimos anteriormente el punto en si no es un punto sino una zona, así que no te estreses si no sientes nada en especial porque en realidad no lo hay, solo está ahi.

Masajea la zona como más placer te produzca. Lo más recomendable es presionar la glándula contra el hueso púbico, esto es, haciendo movimientos arriba y abajo, de presión y relajación.

Las glandulas periuretales con la estimulación y la excitación emperzarán a inflamarse con sangre y este fluido altamente encimático. Para alcanzar más rápido esta sensación no dejes de lado tu clítoris y toda la zona de alrededor. Cuanto más cariño, más frutos.

Ahora hay que conjugar las dos cosas. Correcta estimulación con orgasmo hacia el exterior.

Cuando te sientas cerca del orgasmo concéntrate, relaja tu pelvis y puja como si quisieras orinar.  Es probable que realmente sientas como si lo hicieras, es normal. Sólo déjate llevar por la sensación.

Lo normal es que hagan falta varios intentos, e incluso varios amantes para conseguirlo, pero cuando se experimenta es algo realmente glorioso.

Según las postulaciones taoistas aplicadas a la sexualidad los fluidos de hombre y mujer son beneficiosos porque proveen de minerales, proteinas y sobretodo encimas a la otra persona. Mediante los fluidos de sus cuerpos se intercambia la energía haciendo del sexo una fuente de salud, vitalidad y energía.

Así que por salud o por gula porqué no abrir la puerta de la eyaculación femenina.

Además existen en el mercado un buen número de juguetes que sirven para estimular esta bella zona sola o en compañía. Si tienes curiosidad puedes echar un vistazo acá.

Esperamos sinceramente que hayas disfrutado este artículo. Recuerda compartir y comentar, todo aporte es bien recibido.

Ahora te toca a ti ponerlo en práctica.

Fuente: La Patilla