Luján conserva reliquias del automovilismo

591897_gdCuatro automóviles que compitieron en carreras nacionales y departamentales ganando varias pruebas, tiene en su poder Edgar Luján. Estas reliquias de la década de 1940 y 1950, todavía circulan en Cochabamba, cuando se presentan los autos clásicos.

Luján es un fanático de los coches antiguos y por ello tiene en su poder los tres coches Chevrolet y otro Ford en que corrieron Juan Claure (+), Simón Claure (+), Gustavo Peredo (+) y Franklin Peredo, que integraron la armada valluna en ese entonces.

El piloto cochabambino Juan Claure fue el ganador del Primer Gran Premio Nacional de Automovilismo que se corrió el 11 y 12 de agosto de 1951 y se denominó Gran Premio Nacional de Comercio. La competencia tuvo un recorrido de 924 km entre Oruro, La Paz y Cochabamba, ida y vuelta y se corrió durante la presidencia del general Hugo Ballivián.



Juan compitió en las pruebas nacionales desde la década de 1940 hasta 1960 con un coche Chevrolet modelo 1940 de mecánica nacional, ya que en ese entonces, la mayoría de los corredores eran también mecánicos y por la pasión que tenían por el deporte tuerca le dedicaban su tiempo libre a preparar sus coches.

Claure, fallecido en 1989, será recordado en imágenes de un alto valor histórico. Los coches y caminos de esa época, muestran a Bolivia de los años 50.

En la segunda competencia nacional que se realizó en 1952 ganó el corredor paceño Rafael Leyzán.

Posteriormente Juan Claure fue primero en tres pruebas nacionales más en la década del 50, al mando de su coche Chevrolet modelo 1940. Su hermano Simón también corrió en la misma época con otro coche Chevrolet modelo 40, Gustavo Peredo con un Chevrolet 1936 y Franklin Peredo con un Ford 52.

Juan Claure también compitió en pruebas internacionales que se desarrollaron en Argentina. Cuando ganó le entregó el trofeo al presidente de ese país, Juan Domingo Perón (+), además corrió en Uruguay y Chile con mucho éxito.

Juan también compitió todavía con pilotos consagrados como el chuquisaqueño Óscar Crespo que tenía un coche Jaguar y el cruceño William Bendeck (+) con un Ford Mustang.

Simón Claure, (hermano de Juan), otro de los créditos vallunos, corrió con un auto Chevrolet Cupe 1938 y otro Buick modelo 1940.

Por su parte, Gustavo Peredo, que ganó varias competencias, etapas de pruebas nacionales y en un circuito en La Paz, compitió entre 1951 y 1966 a bordo de un Chevrolet Sedan 1937, y posteriormente con un De Soto 1945.

Franklin Peredo también triunfó en algunas etapas de pruebas nacionales, ya que compitió primero como copiloto de Juan Claure desde 1951 hasta 1954, y como piloto entre 1957 y 1972. Su coche fue un Chevrolet Cupé 1937.

Los pilotos destacados de esa época junto a los cochabambinos fueron Juan Rodríguez Vera, Raúl Jáuregui, Jaime del Carpio, Belizario Benzi, Hermo Orihuela y Rafael Leyzán de La Paz.

Miguel Claure, que compitió en varias pruebas en Argentina entre 2010 y 2011, es el nieto del recordado piloto Simón Claure, campeón del Gran Premio Nacional de Automovilismo en 1954-55; hijo de Nelva Claure, la única mujer que corrió en el Gran Premio Nacional de 1975, donde ocupó el sexto lugar.

En la primera época del automovilismo nacional (1940) los pilotos tenían que correr en carreteras sin asfaltar y levantaban mucho polvo, razón por la que no dejaban ver a los coches en algunos lugares, cuando las emisoras transmitían las competencias a la vera de los caminos.

En el primer Gran Premio de 1951, el tramo La Paz–Oruro–Cochabamba era sin asfaltar y tenía unos saltos espectaculares entre Quillacollo y está ciudad.

Juan claure fue la figura principal

En la primera época del automovilismo nacional, uno de los corredores cochabambinos que realizó carreras memorables fue Juan Claure Viscarra, quien tuvo la oportunidad de competir en el Gran Premio de América disputado en 1947, uniendo Buenos Aires con Caracas, junto a otros bolivianos, como Alberto del Carpio, Hermo Orihuela, Rafael Leyzan, Belisario Benzi (argentino radicado en Bolivia), además del gran piloto internacional Juan Manuel Fangio, Óscar y Juan Galvez, Domingo Marimón, estos últimos de nacionalidad argentina, según la revista “Coche a la Vista”.

Claure se enamoró del auto de Fangio, un Chevrolet modelo 40, y adquirió uno parecido, le realizó algunos ajustes aprovechando que era mecánico, lo que permitió que su coche pueda desarrollar velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora.

Claure comenzó corriendo en motos en 1931 hasta 1940 y ganó varias competencias. Cuando obtuvo el primer lugar en la prueba desarrollada con motivo del aniversario departamental de 1940, el Consejo Municipal de Cochabamba le entregó una medalla como premio.

En 1941 incursionó en el automovilismo con un auto marca Buick y corrió la Vuelta al Valle.

Posteriormente, compitió en La Paz, Sucre y Potosí, ganando algunas y cosechando varios galardones.

En 1955 ganó el Gran Premio Nacional Víctor Paz Estenssoro en el tramo La Paz-Oruro-Cochabamba, ida y vuelta, y recibió como premio un auto que le entregó el Jefe de Estado. En esta prueba superó por 23 minutos a Raúl Jaureguí que fue segundo.

En 1959 sufrió un accidente en la competencia La Paz-Santa Cruz y resultó herido, pero después se recuperó y siguió corriendo hasta 1962.

Juan Claure nació en Cochabamba el 27 de enero de 1912 y murió el 15 de enero de 1989, según recuerda su hijo Alberto Claure.

Luján guarda sus “tesoros”

“No pueden calcular el costo de las reliquias que poseo (varios autos) que podrían costar varios miles de dólares, pero lo importante es que conservo los autos de mecánica nacional en los que corrieron los cuatro principales pilotos vallunos en las décadas de 1940, 1950, 1960 y principios de 1970.

El coche de Juan Claure lo compré hace unos 30 años; los automóviles de Simón Claure y Franklin Peredo hace 20 años, mientras el de Gustavo Peredo, aproximadamente hace unos 15 años. Algunos tuve que arreglarlos para que puedan funcionar”, dijo Edgar Luján, un ingeniero técnico que radicó en Estados Unidos y corrió en pruebas de ciclismo integrando el equipo de la Policía de Washington DC y posee por eso además una colección de bicicletas.

Actualmente, está abocado en preparar una caravana al salar de Uyuni y otros lugares históricos de Potosí y Chuquisaca, pero está buscando un respaldo económico.

“En mi domicilio guardo varias reliquias, que la gente cree que son basura”, agregó Luján.

Fuente: lostiempos.com