Para Bianchi no hay intocables

BocaEl DT quiere que sean los grandes los que se “hagan cargo” del equipo y no los refuerzos, que son apuestas que necesitan respaldo.

Busca “seguridades”. Bianchi pone la exigencia en los más experimentados y cualquiera puede salir del equipo.

“El técnico los pone y son los jugadores que deciden salir”. La frase es un pensamiento de cabecera en el manual de entrenador que ostenta Carlos Bianchi. Por estos días volvió a sacarla a relucir como un modo de apelar a lo más íntimo de la voluntad de sus futbolistas. El Virrey sostiene que son sus hombres dentro del campo los que terminan armándole el equipo en cada fecha y que, últimamente, nadie ha logrado las credenciales suficientes para convertirse en un irremplazable. Bianchi lo tiene en claro, en su Boca no hay intocables. La certeza del mensaje pone en cuestión a todos.



El entrenador espera un gesto por parte de los referentes de su armado táctico. Y es que Boca se reforzó con jugadores más propensos a ser catalogados en la columna de las “apuestas” que en la de las “seguridades”. Entiende Bianchi que sería injusto adelantar tiempos sobre Federico Carrizo, Gonzalo Castellani, Andrés Chávez o Jonathan Calleri. Y que los que deben sacar la cara por el equipo en un momento caliente como lo es el comienzo de la actual temporada, son otros.

La salida de Juan Román Riquelme dejó vacante a la referencia futbolística dentro del plantel. Claro, no todos los liderazgos son idénticos y es claro que la figura de Riquelme es irremplazable. Dicho esto, Bianchi espera que algunos de sus hombres de más experiencia aporten en mayor medida. Que los que tomen la posta del peso específico sean los jugadores con recorrido en el lomo. Por eso, hoy la exigencia tiene nombres propios. Agustín Orion, Daniel Díaz, Fernando Gago, Juan Manuel Martínez y Emmanuel Gigliotti son las referencias en cuestión.

Para el cuerpo técnico de Boca, la presión por asumir las nuevas realidades y la responsabilidad adentro de la cancha, pasa mayormente por esos nombres. Por eso Bianchi habla de los que “se ponen o se sacan”. Porque Orion será la referencia si brinda seguridad y el Cata Díaz tendrá que mostrar que sus rendimientos actuales son realidades que van mucho más allá de sus mejores momentos de gloria. Y Gago deberá ofrecer un liderazgo en el organigrama futbolístico. El que adeuda casi con totalidad desde que retornó al club. Juan Manuel Martínez, que estuvo a punto de perder la titularidad con el lesionado Calleri, tiene por delante un tramo de examen permanente. Y de Gigliotti esperan que vuelva a ser el confiado nueve que llegó al club a puro gol.

En Boca saben que la urgencia de resultados achica los márgenes y agiganta a los nervios. De todos modos, el entrenador analiza que la doble competencia (torneo local y Copa Sudamericana) terminará de generar espacios (y falta de ellos) para los futbolistas que brinden los méritos que correspondan. En tamaño tamiz, si los jugadores grandes, los que llevan la referencia, no dan la talla, más difícil incluso la tendrán los nuevos. Por eso Bianchi apunta a ellos.

“En los momentos difíciles, ahí es cuando deben aparecer los caudillos, los líderes”, explican desde el Complejo Pedro Pompilio de Casa Amarilla. Por eso, Bianchi tiene en claro que se acabaron los tiempos del bronce y que ante un semestre de definiciones, los que deben aportar las claridades son los referentes. El Virrey juega fuerte con una máxima de su manual. Sabe que algunos deben aparecer ahora o no lo harán nunca. Es el Boca del todo o nada.