El candidato a primer senador del MAS por Santa Cruz, Carlos Romero, ha mostrado violentas oscilaciones en su postura frente al debate político en los últimos días.
El jueves por la noche, en palabras del conductor Carlos Valverde, el ex ministro “se corrió de participar en el programa Sin Letra Chica”, donde debía debatir con el primer postulante al Senado por Unidad Demócrata (UD), Oscar Ortiz.
Esto sucedió, de acuerdo a lo comentado por Valverde en su cuenta de Facebook, después de que Romero había acordado su participación el lunes 4 y de haberla ratificado el día 5.
“¿El argumento? ´No es tiempo de debates`. La llamada de ´su asistente` fue que se olvidó que tiene una cita para hoy desde hace 2 semanas… pero que está dispuesto a venir ´solo` cuando yo lo llame”, cuenta el conductor del citado programa.
Y añade: “Bueno… que se siente a esperar, porque si se queda de pie… se va a llenar de várices. Que pena, para mí, como se dice en el pueblo… es una mariconada”.
Días después de este incidente, el ex ministro dice que sí, que está dispuesto a debatir, pero solo si es al mismo tiempo con los candidatos de UD, MSM y PDC.
El objetivo salta a la vista: despolarizar, evitando el debate en solitario con la fuerza de oposición que parece tener más chances en Santa Cruz, con miras a dispersar al electorado no-masista en varias opciones.
Con seguridad veremos mucho de esta estrategia en el tiempo restante para el 12 de octubre. Inducir la fragmentación opositora puede ser la receta para repetir los 2/3 oficialistas en el Legislativo y para allanar una victoria masista en tierras orientales…