Antisemitismo a la boliviana


Eduardo Mendizábal SalinasWaldo-AlbarracinEl conflicto de Gaza, producto,  a mí juicio, de una justificada reacción del Estado de Israel ante el acoso permanente y sistemático del grupo terrorista Hamas, generó en Bolivia (por cuestiones de espacio sólo voy a referirme a nuestro país)  una serie de reacciones, las más de ellas con epítetos racistas y discriminatorios hacía el pueblo judío.Desde artículos escritos al calor de la impresión provocada por imágenes observadas en distintas cadenas televisivas, en los que se observa a niños y mujeres, principalmente como víctimas de la respuesta militar israelí, hasta declaraciones o posturas claramente ofensivas contra una colectividad y religión, a la que personalmente admiro y respeto, aclarando que no vivo de la política, del sindicalismo, del narcotráfico, del contrabando y, mucho menos de la adulonería, ni del interesado y rentado desprestigio a absolutamente nadie, sólo de mi trabajo al igual que millones de bolivianos.Artículos y caricaturas ofensivas en medios que se precian de ser referentes de la información nacional, escritos antisemitas en la plaza Israel de la sede de gobierno, declaraciones políticas. En fin, hemos visto mucho y de todo en las últimas semanas, pero lo que me ha decepcionado han sido las palabras del jurisconsulto, expresidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, exdefensor del Pueblo y, hoy, rector de la Universidad Mayor de San Andrés, Waldo Albarracín Sánchez, quien dijo que la palabra «avaro” queda corta para los judíos.El hoy Magnífico, así se le llama al rector de la UMSA y de cualquier otra casa superior de estudios, reconocido activista de los derechos humanos, pidió analizar cuánto pierde Bolivia realmente con las restricciones a israelíes.»Tampoco olvidemos que los judíos, justamente por su propia forma de ser, no comen buñuelo por no botar el agujero, o sea no es mucha plata lo que dejan cuando vienen a Bolivia, porque creo que la palabra avaro es muy chica todavía para ellos. Cuando vienen especialmente a Rurrenabaque no dejan mucho, están buscando los lugares más baratos tratando de gastar lo menos posible porque por su propia forma de ser de ellos son demasiado ahorrativos”.Estas frases, reproducidas por la cadena ERBOL, develan una actitud discriminatoria y racista de quien, en su momento, se autoabanderó como defensor de los derechos humanos.Señor o doctor Waldo Albarracín, ¿conoce usted Israel? ¿Conoce la franja de Gaza? ¿Conoce a fondo la historia de Palestina? ¿Conoce o a oído hablar de la Shoa o Holocausto? ¿Sabía usted que seis millones de judíos fueron exterminados en campos de concentración?Después de escuchar sus declaraciones, toda la admiración y respeto que sentía por usted se desmoronaron, cual castillo de naipes. Expresaría lo mismo si le escuchara decir a un premio Nobel de La Paz que aplaudiría una guerra entre Bolivia y Chile, o que los chicanos (mexicanos indocumentados) son una lacra para Estados Unidos. Usted luchó incansablemente por el respeto a los derechos humanos, incluso, cuando era presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, denunció, a finales de enero del año 1997, haber sido secuestrado por agentes del gobierno que se identificaron inicialmente como «terroristas» y le anunciaron que lo matarían.Tras haber recibido órdenes y contraórdenes de sus superiores, finalmente, luego de ser golpeado severamente, fue llevado a la Policía Técnica Judicial (PTJ), donde recobró el conocimiento, después de casi cuatro horas de permanecer sin sentido. Usted podría haberse defendido, por supuesto que sí, pero la golpiza fue desproporcional, artera y cobarde, incluso podría haber perdido la vida en aquel momento.Todos tenemos derecho a defendernos y a defender a nuestra familia. Por ello me cuesta creer que hoy, 17 años después de aquella cruel agresión a su persona, se olvide que un país, un Estado, acosado, no por supuestos sino por terroristas (a quienes no les tiemblan las manos para disparar misiles desde escuelas utilizando a niños y mujeres como escudos humanos, para conmover a una opinión pública mundial,  en complicidad con cadenas televisivas, mostrando imágenes estremecedoras) tiene el legítimo derecho a la defensa. Usted dormiría tranquilo con una máscara antigases al lado de toda su familia y sabiendo que tiene 15 segundos para levantar a sus hijos y correr hacía un refugio. Finalmente, me gustaría conocer su posición, como exactivista de los derechos humanos, con respecto a las masacres en Siria, Irak y Afganistán, también sobre los pro-rusos y los constantes secuestros y masacres de niños y mujeres en algunos países de África. Y el por qué pretende volcar a una comunidad estudiantil contra un pueblo como el judío.En su calidad de rector de la principal universidad, financiada por el Estado a través de nuestros impuestos, qué grato sería que usted trabajara para emular y acercarse a las universidades de Israel, ganadoras de tantos reconocimientos académicos a nivel mundial y donde centenares de profesionales bolivianos se han especializado. Esto tendría más valor que fomentar marchas para apoyar a movimientos terroristas.Me olvidaba, ¿qué opina de Irán y de la buscada continuidad del masismo en el Gobierno?Página Siete – La Paz