Rolando Tellería A.*
Dos tercios “truchos” Rolando Tellería A. Todo indica que la querella de los dos tercios, la madre de las batallas de la contienda electoral del pasado 12 de octubre, se resolverá en favor del Movimiento al Socialismo (MAS). Según los últimos reportes oficiales, luego de la repetición de las votaciones en 49 mesas electorales, realizada el domingo 26 de octubre, el MAS habría asegurado 111 representantes, de los 166 escaños que cuenta la Asamblea Legislativa Plurinacional en ambas cámaras. A este número se debe añadir los dos curules obtenidos por el Movimiento Sin Miedo (MSM) y el Partido Verde de Bolivia (PVB) que, de acuerdo con una interpretación arbitraria de las disposiciones vigentes por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), pasarían al partido oficialista.Con estos dos curules adicionales, el partido azul habría consolidado por demás los dos tercios en el Legislativo, logrando, en todo caso, alcanzar sus objetivos y la meta trazada, en complicidad, claro, con esa miserable oposición que al fragmentarse se alineó al oficialismo, sintonizándose con ese parámetro. Los datos oficiales, a todas luces, forzados, seguramente confirmarán este extremo.Fueron varias, y capitales, las contradicciones en las que incurrió el TSE, en el proceso y la difusión de los resultados. Esta instancia, vital en el funcionamiento de la democracia, no supo ni tuvo la capacidad de disimular, desde dentro, su marcada inclinación en favor del partido hegemónico. Desde fuera, el acecho oficialista contribuyó también a deslegitimar el previsible e indiscutible triunfo azul, afectando más aun su credibilidad e hiriendo de muerte a esta institución.La contradicción más grande, al margen del rosario de denuncias presentadas desde la oposición, fue el inexplicable aplazamiento en la difusión oficial de los resultados finales, cuando días antes del proceso electoral, las autoridades del TSE, anunciaron que se divulgarían estos resultados en no más de 24 horas.Con las actuales tecnologías a disposición, como sucedió en Brasil, donde los resultados oficiales se difundieron a pocas horas de haber finalizado el acto electoral, el TSE no tenía ningún motivo, peor argumento, para demorar la publicación de los resultados oficiales. Fue burdo el pretexto de la repetición de la votación en las 49 mesas electorales observadas. De modo transparente, bien podían publicar los resultados, sin tomar en cuenta aun aquellas mesas. Empero, sospechosamente, demoraron y eludieron la publicación oportuna, dando lugar a profundos cuestionamientos.En esas condiciones, todo se puede esperar para las próximas elecciones departamentales y municipales, donde el objetivo oficial trazado es ganar, por lo menos, en ocho de las nueve gobernaciones, incluido el departamento de Santa Cruz. La propuesta recientemente presentada, desde el oficialismo, a través del TSE, de elegir a los gobernadores departamentales, no sólo con la mayoría absoluta, sino también con el 40% de votos emitidos y una diferencia de al menos 10% en relación con la segunda candidatura más votada, tiene íntima sintonía con la conquista de la Gobernación de Santa Cruz.Para gobernar adecuadamente, sin inconveniente alguno, en nuestro sistema político y en todas las democracias modernas, es suficiente contar con la mayoría absoluta. Contar con dos tercios implica excesiva acumulación de poder, decisiones concentradas personales y, lo que es peor, desvíos autoritarios sin ninguna posibilidad de consensuar, discutir, fiscalizar, proponer e impugnar.El oficialismo tiene ahora un cheque en blanco para gobernar los próximos cinco años y todo indica que con sus dos tercios «truchos” abrirá la Constitución Política del Estado para posibilitar la reelección indefinida. De ahí la afirmación: «no hemos llegado a Palacio de pasajeros, inquilinos, hemos llegado a Palacio para quedarnos toda la vida…”.*Profesor de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Mayor de San Simón.Página Siete – La Paz