El futuro político: ¿igual al pasado y al presente?

Susana Seleme Anteloseleme21) Se han conocido las últimas encuestas y el oficialismo sale mejor parado aun que la anterior muestra. ¿Cree que puede haber algún tipo de cambio hasta el 12 de octubre?Poco probable, pero que el futuro político vaya a ser igual al pasado y al presente, es abrumador. Vaya, para quienes creemos que la impostura, el dinero fácil y el derroche de ‘nuevo rico’ del que hizo gala el régimen, le ganaron a la razón democrática y a la austeridad, en un el país que ostenta los últimos lugares de desarrollo humano en América Latina. Amén de otros indicadores de carácter económico, político y étnico-cultural. En Bolivia se resentirá aún más el Estado de Derecho, de suyo, la democracia y la independencia de poderes, el respeto a los ‘otros’ diferentes y a los Derechos Humanos, entre otras variables, tan venidas a menos desde 2006, con el inicio del tiempo de Morales.2) ¿Y cuál es el balance general que hace de la campaña?Deslucida y desigual. Fue la soberbia y la plata a borbotones de la propagada oficialista, que solo ofreció gastar más plata que la ya malgastada en 9 años, frente a la dispersión y la pobreza material, que no es un dato menor, de la oposición. No fue lo único: tampoco convenció a un electorado pobre, pero satisfecho con los bonos que le da el régimen y su complacencia ante la ilegalidad del contrabando y el narcotráfico. Ambas actividades son su única salida a la informalidad laboral que asciende a 75% de la población económicamente activa, que ni el gobierno ni la empresa privada absorben, pues no hay industrialización, ni desarrollo de fuerzas productivas, ni clase obrera con conciencia de clase.3) Pero esos temas no fueron tocados en la campaña…Ni el régimen ni la oposición, aunque los Centros de Innovación Tecnológica (CITES) de Samuel Doria Medida apunta a crear oportunidades productivas. Pero nadie habló las miles de ilegales hectáreas de hoja de coca del Chapare, cuyos cocaleros pertenecen a los sindicatos que preside el también presidente-candidato Morales. Esa hoja es la materia prima de la cocaína, que se realiza en el mercado de la delictiva cadena capitalista global del narcotráfico. ¿Con qué solvencia ataca Morales al capitalismo, si con la hoja de coca se convierte en su principal ‘hincha’?4) Los candidatos opositores intensificaron una guerra entre ellos, y se invitan unos a otros a declinar… ¿Usted considera viable esta posibilidad, o que puede ser ventajosa al oficialismo?Creo que algunos de ellos nunca se dieron cuenta de quién era y es su enemigo principal. Ese error político garrafal que favoreció al oficialismo. Imperdonable, en mi opinión, pues en esta elección se jugaba la vigencia de la democracia que, a pesar de sus fallas, perfectibles siempre, es mucho mejor que una dictadura disfrazada de demócrata, que es lo que tenemos en Bolivia. Descalificarse, como si hubiesen sido enemigos irreconciliables, adjudicarse el segundo puesto, como si fuese ese ‘el objetivo’ político, o invitarse a que declinen a favor del otro, fue una ceguera absoluta.5) ¿Qué impacto pueden tener en el electorado cruceño los últimos «vuelques», entre ellos, el de una aguerrida diputada opositora? ¿Es tan grave el acto de las y los tránsfugas, o es parte del juego político?En mis tiempos, ser tránsfuga siempre fue delito y los medios de comunicación lo censuraban. Ahora muchos se complacen porque el oficialismo es quien ha captado más “nuevos” adeptos, que antes echaban rayos y centellas contra el régimen de Morales. Que siempre hubo tránsfugas y ‘revolcados’- como dice el tango Cambalache- no le hace honor a la ética política. El problema es que antes, cuando la política era un oficio serio, no como ahora un rifirrafe de poca monta, el ‘cambio’ no era por dinero, es decir, no se comparaba ni ‘el pase’, menos la conciencia. La mayoría de quienes se pasaron al Movimiento al Socialismo (MAS) no deben saber qué es socialismo. Tampoco deben saber qué es la democracia, ni para qué sirve.El Día – Santa Cruz