Carlos Montero (51) no duda en arrodillarse, comer algo desconocido o viajar horas para lograr una entrevista. Dice ser tímido; sin embargo, ya entrevistó a más de una decena de presidentes, cubrió eventos catastróficos e históricos y lleva 18 años en la cadena hispana más grande de la región: CNN en Español. Después de 20 años retornó a Bolivia.
Lleva 18 años trabajando en CNN ¿qué principios aplica en el momento de reconstruir una noticia?
Mi papá siempre fue mi norte y me enseñó un principio que lo recuerdo cada día. Cuando empecé me metía a una nota y la sentía y la llevaba por el lado que quería, y mi papá me decía que siempre hay que presentar las dos caras de una historia, que no me enamore solo de una. Trata de mostrar las dos caras, porque los dos tienen verdades y motivos para decirlas.
¿La objetividad es una realidad o una utopía?
Yo pienso que sí es una realidad. Te encontrás con una nueva corriente de periodistas militantes, que hay muchos en Argentina, que hace propaganda para el Estado y, por el otro lado, los periodistas opositores que se oponen a algo y solo ven lo malo y no ven lo bueno. El secreto es buscar un punto intermedio entre ambos. Los dos tienen cierta verdad que decir.
El periodismo militante, ¿puede ser saludable para una democracia o no?
Yo creo que no porque terminas haciendo propaganda y defendiendo la propuesta de un Gobierno que es pasajero.
CNN, El País y New York Times están en proceso de restructuración
¿por qué cree que se están dando esos cambios?
Se habla de que el periodismo gráfico podría desaparecer y ahora cualquier persona se siente periodista porque tiene un blog para escribir. Sin embargo, hay medios que tienen trayectoria, que es muy difícil conseguir pero fácil de perder. CNN tiene credibilidad en cuanto a dar la noticia y si se va transformando como otros medios es por la parte económica, las empresas tratan de ser rentables y tratar de hacer cosas con menos gente y pone en juego el trabajo, pero eso también se dio en el pasado.
¿Qué vio de diferente en la ciudadanía en Bolivia después de 20 años?
La veo mucho más moderna, el teleférico, la parte sur, el centro, que es lógico que pase en una ciudad después de 20 años y en la gente me fascina la amabilidad, la cortesía, la falta de soberbia, de arrogancia, que no son impostores
Fuente: eldeber.com.bo