La aritmética del fraude

fraude-electoral1A la vergonzosa tardanza del Tribunal Supremo Electoral (TSE) deben sumarse extrañas prácticas de cómputo, solo comparables a las de la tristemente célebre Corte Nacional Electoral de la Venezuela chavo-madurista.Si durante las tres décadas anteriores el tribunal arrojaba resultados fiables en apenas 24 a 48 horas, ahora el TSE, munido de tecnología de punta y amplio presupuesto, no puede hacerlo en menos de una semana. Y en algunos casos se anuncia que las cifras finales recién estarían disponibles el próximo mes.Las extrañas prácticas de las que hablábamos son varias, y van desde acelerar el cómputo cuando no están presentes los representantes de las organizaciones políticas (sucedió ayer en La Paz, cuando tras el retiro de los delegados el TSE pasó raudamente de 60 a 90% del escrutinio), hasta un rarísimo cómputo inverso como el que tiene lugar en una circunscripción de Sucre, donde el martes a las 9 de la mañana se había escrutado el 75%, mismo que luego pasó a 64% y a las 15:00 horas bajó finalmente al 47%.O el TSE está en el túnel del tiempo o estamos ante la aritmética del fraude.El tribunal alega “malas sumas” en su página web, pero a juzgar por sólidas denuncias en Santa Cruz éstas se habrían producido también en las actas de unas 550 mesas, a cargo de notarios nombrados a dedo por el director del Sereci.En las mismas se habrían registrado más votos que votantes, lo que viciaría de nulidad al 10% del sufragio en el departamento oriental.¿Serán esos 10 puntos de votación la magnitud del fraude a escala [email protected]