El Tribunal Supremo Electoral, fiel a su estilo obsecuente, ya tiene la lista la trampa para las elecciones regionales del próximo año.El artilugio consiste en suprimir la segunda vuelta, prevista para cuando ningún candidato a gobernador alcance el 50% más uno de la votación, sustituyéndola por una disposición similar a la que rige la elección presidencial, por la cual bastaría con tener 40% y una distancia de 10 puntos con el segundo para conquistar los gobiernos departamentales.El objetivo es doble: 1) facilitarle la reelección a los gobernadores oficialistas, que a raíz de sus débiles gestiones no alcanzarían en muchos casos la mayoría absoluta pero sí el umbral del 40%; y 2) ampliar la chance del Movimiento Al Socialismo de acceder a las gobernaciones de Santa Cruz y el Beni, mediante la fragmentación del voto opositor.En el específico caso cruceño, la jugada del TSE deja entrever que el partido de gobierno no está nada seguro de llegar al 50%, algo que puede estar relacionado tanto con la fragilidad de su triunfo departamental del 12 de octubre -sostenido en 550 actas irregulares-, como en la previsión de que en unos comicios donde Evo Morales no sea candidato la intención de voto por el MAS caería sensiblemente.Junto con el cambio de magistrados del TSE y la auditoría del padrón electoral, la preservación de la segunda vuelta “50% + 1” debería ser un objetivo central de las fuerzas políticas democráticas y del movimiento cívico nacional…[email protected]