Se cumple por estos días un cuarto de siglo desde la caída del muro de Berlín y el derrumbe político del bloque soviético.El sistema totalitario allende la Cortina de Hierro murió en una implosión ocasionada por sus propias contradicciones e ineficiencias estructurales, revelando la Gran Mentira de su propaganda ideológica.Los académicos franceses autores del Libro Negro del Comunismo, varios de ellos ex militantes desencantados y espantados del “partido”, cifran en casi 100 millones de personas las víctimas de dicho sistema a lo largo del siglo XX y en las distintas dictaduras adscritas a dicha corriente, como la de Mao (22 millones de víctimas como mínimo) y la de Stalin (al menos 17 millones).La disidencia que resistió a ese sistema perverso -que al mismo tiempo que masacraba y confinaba en el Gulag exportaba la imagen de un falso humanismo-, tuvo héroes de la talla del líder sindical Lech Walesa, intelectuales como Vaclav Havel y Milan Kundera, y científicos como Andrei Sajarov.Pero a pesar de las dimensiones del fracaso trágico del comunismo, aún hoy existen regímenes que de forma más o menos velada intentan reivindicarlo.Por supuesto, estos neo-comunistas deben camuflarse de demócratas y utilizar el capitalismo de Estado, dado lo impresentable del sistema con el que simpatizan y de lo impracticable que sería su economía en el mundo contemporáneo…[email protected]