Cuba sin embargo

Juan Francisco Gonzales Urgel

Pues llegó a su fin el embargo que durante 56 años sirvió al régimen cubano para legitimar la dictadura vitalicia de Fidel.  Para unos, el resultado triunfante de la Revolución; para otros, una muestra más del sentido de oportunidad de la potencia del Norte, habida cuenta de que sus principales Mecenas se encuentran actualmente en plena fase de vacas con inanición.

Sin embargo ¿logrará la apertura beneficiar económicamente al pueblo cubano? Cinco décadas en el ejercicio de controles y monopolios estatales, confiscación de remesas y monedas fuertes, racionar medicinas y alimentos; hacen pensar que se traducirá en un respiro indispensable sólo para las escuálidas finanzas revolucionarias, y que no sobrepasará al discurso de buenas intenciones.



La decisión del Presidente Obama llega cuando es posible prevenir que la dependencia económica de los petrodólares venezolanos, ecuatorianos y bolivianos – ahora amenazada seriamente por la baja sostenida de los precios de las materias primas- puede ser trocada por los jugosos negocios del turismo y las salas de juego estadounidenses. Sin embargo ¿renunciarán los Castro a los miles de millones de dólares percibidos por el alquiler de médicos, maestros y asesores políticos y militares esparcidos a lo largo y ancho de la ALBA?

¿Vendrán mayores libertades ciudadanas y el despegue de la Democracia cubana? Las corrientes financieras y el intercambio de bienes y servicios a menudo se acompañan con cambios positivos en materia de fortalecimiento institucional. Sin embargo, cinco décadas de abusos, violaciones de derechos humanos, fusilamientos en masa, y otros excesos contra los ciudadanos, parecen indicar que es poco probable esperar vientos democráticos sin una reparación de daños, una etapa previa de ajuste de cuentas por crímenes de lesa humanidad y, al menos el encarcelamiento de los más conspicuos representantes del régimen.

Poseedores en exclusiva de la franquicia para exportar la Revolución y el Modelo de Socialismo del Siglo XXI con la toma de las Democracias a través de la captura de los sistemas de votación y el manipuleo de votos, los cubanos podrían decidirse ahora por gozar de las ventajas comparativas de su ubicación geográfica y sus atractivos naturales, además de la potencial disposición de capitales y recursos financieros de sus vecinos de la Florida. Sin embargo ¿podrán sus operadores desentenderse de compromisos políticos y económicos con socios tan díscolos como Irán y los movimientos fundamentalistas islámicos para quienes Cuba se ha convertido en gestor nodal y articulador de primer nivel con los miembros del ALBA y sus socios, muchos de ellos con el perfil de las FARC colombianas amigas de los traficantes de drogas, armas y terrorismo?

Es previsible que Cuba -sin embargo- cuente con un abanico estratégico, económico y político más amplio y diverso que le permita mayor campo de acción. Sin condicionamientos inmediatos el régimen de los Castro podría convertirse en adversario más peligroso que antes del embargo.

Los que pierden, por ahora, son quienes sospechan que un margen de acción de tal magnitud -ejercido en ONU y OEA a contrapelo de las Cartas Democráticas universales- les hará un flaco favor a las democracias y a los Derechos Humanos, en el afán del régimen cubano por sentar precedentes para salvar sus responsabilidades históricas.

Juan Francisco Gonzales Urgel