Entre la censura y la corrupción

homeroEntre estos dos polos lamentables, igualmente antiéticos, parece debatirse actualmente la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB). El populismo, con su politización y sus prácticas irregulares, llegó a la principal institución cultural del Estado, de la mano de operadores del Movimiento Al Socialismo encaramados en la misma.El lector recordará el reciente escándalo por la censura a dos escritores cubanos disidentes durante el festival literario Santa Cruz de las Letras, coerción ejercida por el presidente de la citada fundación, Homero Carvalho (foto).Ahora, una denuncia pública de un ex funcionario de la FCBCB, Jorge Aliaga, ha puesto el dedo en la llaga de los sospechosos manejos financieros de la entidad, que se disponía a comprar un inmueble multimillonario a la madre de uno de los consejeros de la fundación, con un sobreprecio gigantesco.Aunque el presidente de la FCBCB emule a Pilato diciendo que “no sabía nada” del asunto, el director del Museo Nacional de Arte, Edgar Arandia, lo refuta, señalando que “un proceso donde está en juego tanto dinero tiene que ser muy bien pensado (…) la idea de la compra viene desde algunos meses antes. El directo responsable de esta transacción tiene que ser el consejo mismo”.Por su parte, el denunciante Aliaga revela que “en la fundación hay un manejo dictatorial por parte de ese consejo de administración, nadie puede reclamar ni puede buscar que se cumplan sus derechos”, so pena de despido.“Lo que nos interesa es que estos señores no sigan manejando la cultura. La fundación es una institución que ha hecho mucho en el ámbito cultural. No puede seguir en manos de gente que la utiliza para su beneficio personal, para su palestra”, añade…[email protected]