Fiscalía procesa hasta quince delitos de estafas cada día en Bolivia

Informe Especial. Los embaucadores incursionan en todos los campos. El ingenio de los timadores no tiene límite. Los estafadores se dan modos para arrebatarle el dinero a sus víctimas. Los delincuentes establecen contacto mediante diversas formas, desde el uso de publicaciones en los periódicos hasta tentadoras ofertas mediante páginas de internet. También utilizan el “cuento del tío” colocando dinero en sobres o bolsas para luego cambiarlo por recortes de papel.

La Fiscalía procesa cada día entre 10 y 15 delitos de estafa

LOS ESTAFADORES SE DAN MODOS PARA QUITAR EL DINERO A SUS VíCTIMAS. ALGUNOS SE ALQUILAN SILLAS PARA EVENTOS Y OTROS SE PRESTAN DINERO PARA COMPRAR COSTOSOS EQUIPOS

image OPINIÓN, Cochabamba



Desde el alquiler de sillas de plástico hasta préstamos para comprar equipos odontológicos forman parte de las “ingeniosas” maneras de perpetrar estafas en el departamento.

El Ministerio Público informa que entre 10 y 15 estafas se denuncian cada día.

Según la fiscal de la División Económicos y Financieros del Ministerio Público Cinthia Prado, la estafa es uno de los delitos más frecuentes en el departamento y se incrementa a fin de año, época en la que circula mayor cantidad de dinero en el país.

Al momento de planificar su modus operandi, los estafadores no tienen límites, usan todos los recursos posibles para consolidar su único objetivo, quitar con engaños el dinero a otras personas. Las víctimas son jóvenes y personas de la tercera edad.

Para lograr este objetivo, los embaucadores usan múltiples artimañas que van desde los disfraces, el uso de redes sociales, hasta la entrega de algún papel que pueda darle cierta credibilidad de lo que le ofrecen a las víctimas.

POCOS DETENIDOS

Pese a ser uno de los delitos más denunciados, los estafadores permanecen pocos días en la cárcel.

Las sanciones se reducen a meses, y en el mejor de los casos permanecen un año. Según Prado, es muy difícil llegar a un juicio de estafa porque antes de este paso los acusados realizan acuerdos con sus víctimas para que éstas desistan de las denuncias.

La autoridad del Ministerio Público propone que para evitar la impunidad, los delitos de estafa deben ser sancionados en el país con penas más altas, que superen los cinco años.

ACUERDOS

La devolución de una parte o del total del dinero a los afectados, cuando el estafador ya está en la cárcel, es una de las estrategias que usan los timadores para lograr su libertad.

Prado manifiesta que cuando sucede esto, el estafador pide un proceso abreviado y logra su libertad, si las víctimas retiran la denuncia.

“Lastimosamente sucede en todos los casos. Lo que a la víctima le interesa es recuperar su dinero y cuando lo logra retira la denuncia, exponiendo al resto de la sociedad a estos delincuentes”, menciona la fiscal.

Cuando el embaucador ha cometido el delito de estafa, devuelve el dinero, si hay pocos denunciantes, y antes de que más víctimas aparezcan para sentar las denuncias.

En otros casos, los estafadores no logran devolver el dinero, pero su detención oscila solamente entre uno a cinco años.

Para que la denuncia prospere, la División de Económicos y Financieros de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) investiga los casos tratando de buscar más víctimas y que el estafador sea procesado con el agravante de víctimas múltiples.

DESDE 10 BOLIVIANOS

Se considera delito de estafa desde un monto de 10 bolivianos hasta cantidades incalculables de dinero, según especialistas de la Policía.

El jefe de la División Económicos y Financieros de la FELCC, capitán Dimar Caprirolo, asegura que todo monto que afecte en su economía a la víctima es considerado como estafa.

Esta dependencia policial, que es una de las más grandes, recibe entre una a tres denuncias de manera diaria.

Caprirolo recuerda que los delitos de estafa también incluyen a los juegos de azar, como las ruletas de apuesta de dinero que se pueden encontrar en las calles y ferias.

Sin embargo, las modalidades de estafa han ido cambiando y “modernizándose” también a través del uso de redes sociales.

Casi todas las estafas se perpetran de manera personal, pero una de las formas novedosas de captar a las víctimas y convencerlas de que entreguen dinero a los delincuentes es a través de Facebook y otras redes sociales.

Los timadores se ingenian nuevas fórmulas de estafas. Hasta la fecha la más común y frecuente es la de los loteamientos, pero se han inventado otras formas de engañar a las víctimas con el uso de dinero falso, sobres cerrados, venta de equipos y materiales, acciones que en el medio también son conocidas como el cuento del tío.

LO QUE DICE EL CÓDIGO PENAL

El delito de estafa según el art.335

El que con la intención de obtener para sí o un tercero un beneficio económico indebido, mediante engaños o artificios provoque o fortalezca error en otro que motive la realización de un acto de disposición patrimonial en perjuicio del sujeto en error o de un tercero, será sancionado con reclusión de uno a cinco años.

El estelionato tiene cárcel hasta 5 años

El que vendiere o gravare como bienes libres los que fueren litigiosos o estuvieren embargados o gravados y el que vendiere, gravare o arrendare, como propios, bienes ajenos, será sancionado con privación de libertad de uno a cinco años.

Agravación por víctimas múltiples

El artículo 346 del Código Penal indica que cuando los delitos de estafa y estelionato se realicen en perjuicio de víctimas múltiples, serán sancionados con reclusión de tres a diez años y con una multa de cien a 500 días.

El procedimiento abreviado

Concluida la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez de instrucción, que se aplique el procedimiento abreviado, pero deberá contar con el acuerdo del imputado y su defensor, el que deberá estar fundado en la admisión del hecho y su participación en él.

En caso de oposición fundada de la víctima, el juez podrá negar la aplicación del procedimiento.

Timador ubicaba a víctimas por internet y clasificados

DELINCUENTES UTILIZAN EL “CUENTO DEL TíO”, COLOCANDO DINERO EN SOBRES O BOLSAS, PARA LUEGO CAMBIARLO POR PAPEL. LAS VíCTIMAS DESCUBREN TARDE QUE HAN SIDO VíCTIMAS DEL DENOMINADO “CAMBIAZO”.

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Los anuncios de venta de equipos electrónicos por internet y clasificados eran el anzuelo para que M.A.B. ubique a sus víctimas con el objetivo de estafarlas.

El hombre que llegó desde Perú hace seis meses no conocía las calles y zonas de la ciudad, por lo que actuó en complicidad de un taxista que lo trasladaba a todas las direcciones de las personas que ofrecían equipos electrónicos.

Juegos de nintendo, computadoras, cámaras fotográficas, celulares y todo tipo de equipos electrónicos eran el objetivo del estafador. Una vez que localizaba a sus víctimas mediante llamadas telefónicas acudía a las tiendas o viviendas para concretar el negocio.

La estrategia en todos los casos era la misma.

El embaucador llegaba a la casa, revisaba el equipo y afirmaba que lo iba a llevar. En presencia del vendedor colocaba dinero en un sobre, pero en el momento de pagar decía que lo iba a pensar mejor o iba a consultar con su familia.

Al salir del lugar de la venta se decidía por la compra y aprovechaba ese momento de descuido para cambiar el sobre con el dinero que había mostrado por uno con moneda falsa, o con dólares de cortes pequeños. Luego huía en un taxi que lo esperaba en la puerta.

Paola (nombre que protege la identidad de la víctima) fue una de las estafadas, pero antes de que el hombre se retirara de su domicilio logró ver que los billetes eran falsos.

Solamente alcanzó a tomar la placa del taxi al que el delincuente se subió y presentó la denuncia en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).

La fiscal de la División Económicos y Financieros de la FELCC, Cinthia Prado, indica que el delincuente y su cómplice declararon haber estafado en al menos 40 domicilios, sin embargo, solo tienen cuatro denuncias formales.

Los dos hombres fueron detenidos, devolvieron a las víctimas el dinero estafado y están en la búsqueda de un proceso abreviado para lograr su libertad, ya que al resarcir el daño, los denunciantes desistieron del proceso.

PEPITAS DE ORO

Una estafa similar al de los equipos electrónicos es la que perpetraba una familia que engañaba a personas de la tercera edad, ofreciéndoles pepitas de oro.

Dos mujeres, madre e hija, recorrieron varios departamentos del país realizando estafas.

Sus víctimas por lo general eran captadas en la calle.

Una de las estafadoras se acercaba y les ofrecía venderles las pepitas de oro a bajo costo. Las mismas eran guardadas en una bolsa de tela.

Luego aparecía la otra mujer, quien aparentaba no tener ninguna relación con la ofertante y confirmaba que las pepitas eran verdaderas.

En otros casos iban a lugares de venta de oro para corroborar con terceras personas su autenticidad.

Una vez que convencían a las personas de la tercera edad les pedían sacar dinero del banco.

Consolidada la venta, las estafadoras cambiaban la bolsa de las pepitas por una de la misma tela que estaba cocida y que por dentro solamente tenía papeles.

Una vez que las víctimas lograban abrir la bolsa descubrían que adentro no estaban las pepitas.

Para lograr su objetivo, en algunos casos las mujeres se disfrazaban usando pelucas o cambiando de maquillaje para no ser reconocidas.

El jefe de la División Económicos y Financieros de la FELCC, capitán Dimar Caprirolo, indica que las mujeres fueron a Potosí, Oruro y otros departamentos del país para realizar la misma estafa.

Finalmente fueron detenidas y se estima que estafaron a más de una veintena de personas.

Ambas mujeres están detenidas en la cárcel de San Sebastián.

PAQUETES

Usar envoltorios de papel es otra forma de engañar a personas que viajan del campo a la ciudad.

Un hombre fue detenido por esta estafa conocida también por el “cuento del tío” que consiste en hacer caer los envoltorios cerca de una persona y cuando los recogen piden a la víctima que les entregue su dinero a cambio del paquete.

Luego de entregar su dinero, las víctimas descubren que dentro del envoltorio hay solo billetes falsos o papeles.

Desde sillas hasta pasaportes

UN GRUPO DE MUJERES SIMULABA ORGANIZAR FIESTAS PARA QUEDARSE CON LA MERCANCíA DE LOS NEGOCIOS QUE ALQUILAN MOBILIARIO PARA EVENTOS. TRAMITAR DOCUMENTOS ES TAMBIéN APROVECHADO PARA URDIR ESTAFAS

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Opinión

COCHABAMBA.- Más de 10 mil sillas y 100 mil bolivianos estafados es lo que logró una banda compuesta por seis mujeres, que de manera ingeniosa engañaban a las empresas que se dedican a rentar este tipo de mobiliario para eventos sociales.

Las mujeres simulaban tener una fiesta y acudían a los negocios para rentarse sillas, mesas grandes y para niños.

Para cerrar el trato dejaban un carnet de identidad y un adelanto de dinero que no superaba los 300 bolivianos.

Las personas que se dedican a realizar el alquiler llevaban las sillas y mesas a los lugares requeridos y las entregaban a las mujeres.

Pero minutos después, las estafadoras abandonaban el salón de fiestas o domicilios llevándose lo alquilado e indicando que el evento se había suspendido.

Días después aparecían los dueños de los negocios para reclamar por sus sillas y mesas y eran informados por los salones de eventos que las mujeres se habían llevado la mercancía. De esta manera fueron estafadas 20 personas en todo el departamento.

Después de varias denuncias, la Policía logró detener a las seis mujeres. En este caso, gran parte de la mercancía fue encontrada y devuelta a los propietarios, por lo que las mujeres recuperaron la libertad.

PASAPORTES

La falsificación de pasaportes ocupa el segundo lugar en la lista de estafas, después de los engaños que se realizan a través de la venta de terrenos.

Los estafadores ven en la necesidad de las personas de viajar a Europa una forma de sonsacar dinero con documentos que son falsificados. Las víctimas han sido detenidas en varios casos.

Uno de los casos más dramáticos fue el de dos hermanas captadas por estafadores en puertas de una agencia de turismo.

Allí, una mujer les ofreció la visa para Italia por una suma de 6 mil dólares para cada una.

“Son visas diplomáticas y con éstas entran seguro a Italia”, les dijo una de las embaucadoras.

Las dos mujeres aceptaron y lograron viajar con los pasaportes que ignoraban eran falsos.

A su llegada al aeropuerto de Milán fueron detenidas por la Policía y deportadas a Bolivia, donde las encarcelaron por el delito de uso de instrumento falsificado.

La delincuente trabajaba con un hombre de nacionalidad dominicana, quien era el encargado de elaborar los pasaportes falsos con sellos y firmas falsas de la Cancillería de Bolivia.

Fueron cinco las víctimas que denunciaron a estas dos personas.

También se presentó un caso en el que un abogado ofrecía de igual forma pasaportes diplomáticos.

En este caso, las víctimas no lograron salir del país, los pasaportes fueron detectados en el aeropuerto de La Paz como falsos y las seis víctimas hicieron la denuncia.

Un abogado era quien estaba encargado de hacer las falsificaciones, y luego de ser descubierto les ofreció a sus víctimas un lote como resarcimiento, por lo que quedó libre.

La Policía espera que la Cancillería de Bolivia ayude con la investigación para que el caso no quede impune.

Otra forma de captar víctimas para ofrecerles pasaportes falsos era la que perpetraba C.H.A., a través de anuncios clasificados.

El destino que ofertaba era Estados Unidos y vendía los pasaportes en sumas que oscilaban desde los 3 mil hasta los 11 mil dólares.

En algunos casos, las víctimas eran deportadas y en otros no salían del país porque no tenían el pasaje comprado.

La Policía informó que la mujer les ofrecía los pasajes, pero cuando las personas llegaban al aeropuerto de Santa Cruz o de La Paz se daban cuenta que el boleto no había sido adquirido.

Fueron 15 las denuncias que la división Económicos y Financieros de la FELCC recibió. La mujer está detenida en la cárcel de San Sebastián. Para evitar ser encontrada por la Policía la mujer cambiaba la dirección de su agencia de viajes y número de teléfono.

ANTICRÉTICOS

Los bienes inmuebles son blanco para atraer víctimas de estafas.

Dos mujeres se ingeniaron un modus operandi para sonsacar 40 mil dólares a cuatro personas.

Un departamento en la zona sur, a medio construir, fue el que usaron para pedir a la gente dinero por adelantado con el argumento de realizar reparaciones.

El departamento no contaba con puertas ni ventanas, por lo que las mujeres pedían a los interesados en el anticrético, que visitaban el lugar, un adelanto para terminar la obra y luego poder habitar la vivienda.

Como la obra no era concluida y no la podía habitar, uno de los interesados que había dado el adelanto denunció a las mujeres.

Fisioterapeuta y dentista estafan a pacientes

LOS DOS PROFESIONALES PEDíAN DINERO PRESTADO CON LA EXCUSA DE EQUIPAR SUS RESPECTIVOS CONSULTORIOS.

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Opinión, Cochabamba

Aprovechando de su condición de profesionales en el área de la Medicina, un dentista y un fisioterapeuta estafaron a clientes y estudiantes, respectivamente.

Los dos acusados fueron detenidos el mes pasado. El dentista engañó a seis personas.

El hombre cometió estelionato. Les pedía dinero a sus víctimas para equipar de mejor manera su consultorio odontológico y ofrecía pagarles intereses por encima del 3 por ciento mensual.

Como garantía para recibir el dinero, el hombre les entregaba los papeles de una propiedad, que no era de él sino de su padre.

Daniela (nombre que protege la identidad de la víctima) fue una de sus pacientes que confió en él y le entregó su dinero en calidad de préstamo.

A ella le pidió 10 mil dólares y le dijo que le pagaría intereses cada mes, pero llegado el momento de hacer los pagos, no cancelaba.

La mujer le exigió la cancelación en reiteradas oportunidades, pero no recibía una respuesta positiva. Fue a Derechos Reales para ver si los papeles que le habían entregado como garantía estaban en orden, pero allí descubrió que el inmueble ya tenía hasta cinco gravámenes y que estaba hipotecado por una entidad bancaria, por lo que esos documentos no le servían de nada.

La víctima decidió denunciarlo a la Policía. A ella se sumaron otras cuatro personas, a las cuales el odontólogo había pedido dinero prestado de la misma forma.

A otros clientes les pidió el pago por el arreglo de sus dientes de manera adelantada con el mismo pretexto, la compra de equipos para su consultorio.

El odontólogo está actualmente detenido en la cárcel de San Sebastián Varones.

ESTAFA A UNIVERSITARIOS

Algo similar pasó con un fisioterapeuta, quien además era auxiliar de docencia de una universidad.

Aprovechando esta situación, A.V.O. chantajeaba de alguna manera a los estudiantes, con el objetivo de obtener dinero.

Su cargo como auxiliar le permitía calificar a sus estudiantes que realizaban prácticas en un asilo.

Cada estudiante que llegaba a ponerse en contacto con él, por la materia que cursaba, escuchaba su pedido de dinero.

“Estoy abriendo un consultorio y si tú me ayudas con algo de dinero, podrás venir luego a hacer tus prácticas gratuitas y hasta a trabajar”, les decía el estafador.

Los universitarios de tercer semestre de la carrera de Fisioterapia se sentían presionados por el auxiliar de docencia y accedían a su pedido para no reprobar la materia de la cual estaba a cargo.

El embaucador les pedía a los alumnos que tramitaran préstamos de entidades financieras.

“Cuando te entreguen el crédito yo voy a pagar cada mes, tú no te debes preocupar de nada”, manifestaba el auxiliar de docencia con mucha convicción.

El investigador del caso, sargento Javier Fuentes indica que con este modus operandi el hombre engañó a 25 estudiantes.

Las víctimas se dieron cuenta de la estafa cuando funcionarios de las entidades financieras llegaban con la Policía a sus viviendas para allanarlas, debido a que no se habían realizado los pagos.

Esta situación impulsó a los estudiantes a denunciar al fisioterapeuta.

“En los documentos de los préstamos no figuraba el nombre del estafador para nada, los alumnos eran los únicos sujetos del crédito”, afirma el investigador.

Sin entregar ninguna garantía, el hombre recibió de los estudiantes 3 mil, cinco mil y hasta 9 mil bolivianos. En total logró estafar cerca de 50 mil bolivianos.

El acusado fue detenido por la Policía y declaró que el dinero que recaudaba era entregado a una de sus tías, por lo que la mujer también fue recluida.

La Policía allanó la vivienda del fisioterapeuta y evidenció que no tenía siquiera un lugar para montar el consultorio y que tampoco contaba con el instrumental.

Actualmente, las víctimas de entre 18 a 20 años se están haciendo cargo de los pagos en las entidades financieras y el hombre fue retirado de su fuente laboral.

Cuidado con los juegos de azar

Los juegos de la ruleta que se instalan en las ferias de diferentes provincias y la ciudad pueden ser usadas para perpetrar estafas.

Por lo general, las personas que realizan estos juegos colocan un contrapeso por debajo de la ruleta para que los premios mayores nunca beneficien a los apostantes.

La Policía detuvo a uno de estos estafadores que contaba con dos cómplices y que ofrecían en la ruleta dinero, celulares, cámaras fotográficas y otros por las apuestas.

Cada una de las apuestas oscilaba entre los 50 y 200 bolivianos dependiendo en qué casilla se apostaba.

6 Víctimas del “conquistador” 

Mujeres viudas, divorciadas y solteras fueron víctimas de G.N.M., de 39 años.

El hombre enamoraba a sus víctimas, generalmente de pollera, a las que les prometía matrimonio.

Cuando obtenía la confianza de las mujeres les proponía hacer negocios con productos importados desde Chile y para ello les pedía que saquen dinero de entidades bancarias. Luego de obtener la plata desaparecía.

Estafó más de 50 mil bolivianos a sus víctimas. Ahora está detenido.

El “viguetero” engañó a más de un centenar de personas

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El embaucador ofrecía viguetas y otros materiales en construcciones. Pedía adelantos y luego desaparecía con el dinero. Estafó más de medio millón de bolivianos. Publicaba también anuncios en los periódicos. Ahora, el acusado está detenido en la cárcel de El Abra y las múltiples víctimas de sus engaños continúan apareciendo.

Con cerca de medio millón de bolivianos estafados a 73 personas, M.C.P., de 50 años, es el timador más grande que la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) ha detenido en las dos últimas gestiones. Era buscado desde el 2008, cuando empezaron a registrarse las denuncias en su contra.

Para captar a sus víctimas, M.C.P. se paseaba por las construcciones de edificios, casas, tiendas y otros, ofreciendo viguetas a bajo costo, además de otros materiales como cemento, yeso y fierros.

Su modus operandi era el mismo en todos los casos. Se acercaba a los propietarios de las construcciones o a los contratistas y les decía que tenía material a bajo costo para la venta.

Claudia (nombre que protege la identidad de la víctima), fue una de las estafadas. El año 2012, cuando hacía construir su vivienda en la avenida Segunda Circunvalación, M.C.P. entabló conversaciones con los albañiles encargados de la obra. Ellos le dijeron al estafador que no sabían nada acerca del material que iban a usar y que debía conversar con la propietaria. Le dieron la dirección del domicilio donde vivía Claudia y M.C.P. la fue a buscar. Allí le ofreció las viguetas, cemento y fierros a bajo costo.

«Este señor tenía una facilidad de convencer e hizo que lo aceptara», afirmó la víctima.

Para convencer a la mujer, el embaucador se dio a la tarea de medir la construcción y le pidió, como adelanto, la suma de mil bolivianos. Al día siguiente le pidió otros 6.500 bolivianos y le entregó un contrato de compra y venta. Desde ese día Claudia no lo volvió a ver más.

Cada vez que lo llamaba, él se burlaba. La víctima llegó al extremo de tener que ir a buscarlo disfrazada para que no la reconociera. Fue en reiteradas oportunidades a una supuesta fábrica situada en el kilómetro 5 de la avenida Villazón, sin embargo, nunca lo encontró.

Pasaron dos años desde la estafa para que Claudia volviera a ver a M.C.P. en los medios de comunicación. La noticia de que había sido detenido la alertó y de inmediato fue a sentar la denuncia en la FELCC.

MÚLTIPLES VÍCTIMAS

Así como Claudia, otras 72 personas formalizaron su denuncia contra el estafador desde 2008 en la División de Económicos Financieros de la FELCC.

Después de su detención, el 21 de octubre, en el penal de El Abra, donde ahora se encuentra recluido el estafador, aparecieron otras 30 víctimas, que formalizaron sus denuncias en la Fiscalía.

Pero ésa no era la única forma de operar del estafador. Además de hacer un recorrido por las construcciones, él publicaba anuncios en los clasificados de periódicos, donde ofrecía el material a bajo costo.

Sin embargo, son pocas las víctimas que cayeron de esta forma, explica el investigador del caso, sargento René Montaño.

LA INVESTIGACIÓN

La captura de este estafador fue una de las más importantes, según la Policía.

Durante meses se realizó un trabajo de monitoreo de las llamadas que realizaba el delincuente.

El hombre no cambiaba su número de celular, pero registraba en el mismo los teléfonos de todas las personas a las cuales había sonsacado los dineros, para no contestarles, cuando lo buscaban para reclamarle.

Sin embargo, las llamadas que él realizaba a sus víctimas fueron investigadas. En todos los casos usaba distintos teléfonos de la zona donde vivía, por lo que la Policía hizo un seguimiento de los lugares desde donde salían las llamadas hasta que lograron ubicar su domicilio.

Lo detuvieron y poco a poco las víctimas fueron sumando.

La Policía calcula que estafó más de medio millón de bolivianos, porque según el tamaño de las construcciones iba pidiendo distintos montos de dinero que oscilaban desde los 1.000 hasta los 20 mil bolivianos.

Los investigadores descubrieron, además, que el estafador había montado en una propiedad una especie de negocio para hacer creer a sus víctimas que sí fabricaba las viguetas. Allí colocó un letrero que anunciaba la venta de este material, pero adentro no había nada.

El investigador de la División Económicos Financieros sargento René Montaño señala que cuando las víctimas buscaban a M.C.P. encontraban la vivienda con el letrero, pero nunca lograron ingresar adentro, donde no había ningún material a la venta.