Los santos inocentes


Pedro ShimosepedroshimoseEl papa Francisco, Barack Obama y Raúl Castro, protagonistas de la llamada ‘diplomacia triangular’, no son precisamente inocentes. Puede que sean santos, pero inocentes, no. Otros son los inocentes. En primer lugar, el presidente venezolano Nicolás Maduro, cuyo pajarito chiquitico no dijo ni pío; y después, el presidente Evo Morales, cuyos yatiris no supieron leer adecuadamente las hojas de coca.La mano tendida de Obama a Raúl Castro, en las exequias del presidente Nelson Mandela (Soweto, Sudáfrica, 10.12.2013), no pasó inadvertida y fue el primer indicio de un acercamiento diplomático que dejó de ser secreto. El fingido coqueteo entre el presidente estadounidense y la primera ministra danesa (con ‘selfie’ incluida, ante una celosa Michelle que no ocultó su disgusto), fue un vano intento de disimular la insólita cortesía del presidente Obama.En marzo del presente año siguieron los tanteos con una visita de Obama al Vaticano hasta que, en octubre pasado, el sumo pontífice (pontifex maximus, el magnífico constructor de puentes, en latín) acogió en el Vaticano a las delegaciones cubana y estadounidense para debatir las bases que facilitarían “un nuevo diálogo entre Estados Unidos y Cuba”. Dos meses después, el 17 de diciembre de 2014, se producía la conversación telefónica entre Obama y Raúl Castro que abre posiblemente nuevos cauces a un conflicto de más de 50 años (días antes, los diarios The New York Times y Le Monde ya habían adelantado sutilmente esta ‘apertura’).El mismo día 17, la Secretaría de Estado del Vaticano emitió un comunicado en el que afirma que se trata de “un paso importante a favor de la paz, la democracia y el respeto de los derechos humanos (en Cuba)” (…) destinado a establecer “un diálogo constructivo sobre temas delicados, del que han surgido soluciones satisfactorias para ambas partes (…), acrecentar las relaciones bilaterales y favorecer el bienestar de sus respectivos ciudadanos” (L’Osservatore Romano, edición semanal en lengua española, 19-26.12.2014).Esta operación diplomática no tendrá efectos inmediatos, salvo el intercambio de prisioneros políticos. Estados Unidos no es Bolivia, donde “se le mete nomás”. Las propuestas del presidente Barack Obama hechas a Raúl Castro deberán ser aprobadas por el Congreso estadounidense y eso está por verse. (Continuará) ¡Feliz Año Nuevo! // Madrid, 26 12.2014.El Deber – Santa Cruz