El DT, que renunció el sábado, quería estar al mando en la última fecha. La
dirigencia prefirió que lo haga el entrenador de la sub-19.
El culebrón que originó la renuncia de Mauricio Soria a la dirección técnica del plantel celeste tuvo sus ribetes, dado que el estratega cochabambino al final no dirigió su último partido del torneo Apertura como lo había anunciado el sábado, pese a su sorpresiva decisión, pues consideró que, más allá de lo que le debe el club, no estaba dispuesto a hacer un papelón en un partido muy sensible para el hincha académico y la afición en general.
Pero esta historia se remonta a lo que pasó en la semana en los entrenamientos. El mediocampista argentino Mauro Marrone contó que el trabajo con Soria había sido planificado de otra manera, en relación con lo que se vio ayer en cancha.
Soria, intermediarioLa idea del equipo y del DT era ganar en la última fecha, aunque ya en el grupo de jugadores había incomodidad y malestar por los casi tres meses de sueldo que se les debe.
Esa intranquilidad se la transmitieron al entrenador, quien les prometió hacer las gestiones para que al menos se les pague un sueldo el sábado.
La respuesta de la directiva fue positiva y eso alegró al grupo; sin embargo, lo ingrato se dio el sábado, cuando la promesa no se cumplió y Soria tomó la decisión de renunciar.
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Pese a esa medida, que fue aceptada por la dirigencia, el DT había anunciado que iba a dirigir contra Bolívar. Eso no pasó porque, según Soria, no lo dejaron hacerlo.
Aún con esa dificultad en puertas y todo lo que se decía ya del duelo ante los académicos paceños, el grupo se concentró el sábado, pero ya por la noche y, pese a una larga reunión con los directivos, que les adelantaron que el pago se haría entre lunes y martes, tomaron la decisión de entrar en paro.
El domingo, la nota de la jornada fue el anuncio que los jugadores del plantel profesional no iban a presentarse a jugar. Esto originó una reunión de emergencia de la directiva en la secretaría del club. En la cita estuvo la cúpula del directorio, que encabeza Erwin Peredo.
Después de dos horas de reunión, Esteban Molina, directivo del club, informó de que los jugadores mantenían la medida y de que a las tres de la tarde, dos horas antes del partido, iban a tratar de convencerlos para que entren a jugar.
¿Qué pasó después?Los jugadores informaron de que sí asistieron al Tahuichi por el consejo de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), que los instó a que se presenten a su fuente de trabajo.
Lo que sucedió en el camarín fue otra historia, que después el mismo ‘Castor’ Suárez (DT de los juveniles celestes que fueron convocados ante la emergencia) y Mauro Marrone confirmaron, pues ya sin Soria, que se metió al camarín para despedirse del grupo, el equipo prácticamente fue armado supuestamente por la dirigencia
Fuente: diez.com.bo