Tal vez la incorporación más relevante en el nuevo gabinete de Evo Morales sea la del flamante ministro de gobierno Hugo Moldiz, hombre cercano a la inteligencia cubana cuya presencia en el equipo de colaboradores presidenciales evidenciaría que el gobierno prevé tiempos de turbulencia política en el marco de la desaceleración económica, situación que probablemente requiera, en la visión autoritaria del MAS, de una mano dura represiva.Moldiz debutó en el cargo prometiendo “consolidar la nacionalización de la lucha contra el narcotráfico”, lo que traducido al castellano significa que la política de aislamiento que se inició con la expulsión de la DEA continuará.En el currículum del funcionario destaca su experiencia como coordinador del Estado Mayor del Pueblo, dispositivo que dirigía las tropas de choque sindicales del oficialismo, así como presuntos vínculos con las FARC, que según diversas investigaciones periodísticas estarían confirmados por los e-mails encontrados en la famosa computadora de “alias Raúl Reyes”.Sobre el particular, Moldiz admitió haberse reunido con cabecillas de las FARC, pero negó tener una “relación orgánica” con ellos.La pregunta es en qué manos quedará la lucha contra el narcotráfico en Bolivia, si la misma es conducida por alguien con vínculos inorgánicos con la principal narco-guerrilla del continente.¿El ratón cuidando el [email protected]