Carlos Federico Valverde BravoAl menos una vez que nos digan, exactamente, lo que pasó. No es normal que ocurran dos cortes de energía tan graves en menos de un mes y que sigamos con ‘explicaciones’ que no explican nada. Eduardo Paz, (ex Guaracachi), ahora en ENDE, dijo que “el corte se debió a la explosión inesperada y fortuita de un transformador de medición que paró la central Guaracachi y que dejó de ofrecer 242 MW” (EL DEBER, 07/01/15). Ese equipo tendría que funcionar sin problemas 30 años, lleva la mitad y en menos de un mes nos deja sin energía dos veces.Por su parte, el Ministerio de Hidrocarburos y Energía indicó que se trató de “hechos fortuitos, que igual deben ser investigados en profundidad”, y acotó: “Por supuesto, será sometido a una investigación profunda de las responsabilidades que pueda ocurrir con esto, y se va a actuar con la dureza más firme que tenemos”. ¿En qué quedamos? Un hecho fortuito es un acontecimiento casual, no programado, ¿qué va a investigar, entonces, el ministro? ¿Por qué no programaron el corte, reventón o explosión (término técnico correcto) del generador? Y el presidente, que no para con la idea de los infiltrados y los boicots.Con relación al hecho, don Evo Morales aseguró que “podía tratarse de un boicot” y, entonces, adónde nos lleva esto, ¿a los ‘malpensados’ de siempre (pesimistas)?Al pedir que por una vez nos digan la verdad, no se debe hacer de esta situación un discurso patriotero e inflado de antiamericanismo; estamos frente a un problema muy grave: podemos quedarnos sin electricidad cada cierto tiempo, hasta que se opte por ¿racionar la energía en Santa Cruz? Pobres de los que creen que racionando la energía en Santa Cruz (más allá de antipatías o afectos) en el resto del país no va a suceder.¡Por favor! Guaracachi es la planta generadora más grande y, se la suponía, más eficiente del país; si está en problemas es cuestión de tiempo para que las otras sufran lo mismo por sobreexigencia; deben sustituir lo que Santa Cruz deje de mandar al sistema interconectado, de manera tal que puede venir lo inevitable: que haya racionamiento. Como los que deben reclamar (autoridades locales) no lo hacen y están callados, yo pido, para no especular, que nos digan la verdad, aunque sea una vez.El Deber – Santa Cruz