Las madres pasamos por etapas en las que dormimos mal por las noches y al otro día es inevitable sentirnos irritables, cansadas, ansiosas… No nos referimos a un episodio de insomnio aislado, sino a tres realidades que a todas las mujeres nos afectan casi que por igual cuando nos toca vivir.
Veamos si coincides con nosotras…
#1 Hay un precioso bebé en casa
Aunque conozco a algunas madres que dicen que sus bebés duermen toda la noche de un tirón, tengo mis serias dudas de que sea realmente así. Creo que para decir esa afirmación se basan sólo en la única noche que pudieron dormir varias horas seguidas sin que el bebé las despertara.
Lo normal es que los bebés duerman los dos primeros meses de 12 a 18 horas al día, es decir que pueden dormir dos horas y despertarse a mitad de la noche como a mitad de la mañana porque tienen hambre, y luego volverse a dormir. A partir de los 9 meses los bebés pueden dormir la «noche entera», o sea unas 5 o 6 horas.
#2 Malas rutinas para ir a dormir
Las rutinas son muy importantes para poder dormir bien por la noche, tanto para los adultos como para los niños. Los niños menores de tres años necesitarán tener de 11 a 14 horas de sueño (incluyendo la noche y las siestas), y para conseguirlo las rutinas son imprescindibles.
Por este motivo, es necesario que en casa existan unas normas claras en cuanto a la hora de ir a dormir, despertarse, dormir la siesta, las horas de las comidas y las horas de juego. Si en tu casa se respetan esas rutinas, verás como les será mucho más fácil conciliar el sueño a ti y a toda la familia.
#3 Ansiedad por separación
Hay niños que sienten ansiedad a la hora de separarse de sus padres, incluso a la hora de irse a dormir. Los niños que tienen ansiedad por separación deben aprender que sus padres estarán a su lado siempre, pero que deben tener cierto grado de independencia.
Si tú te estás separando, deja encendida una luz tenue en la habitación de tu hijo a la hora de dormir para que no tenga miedo a la oscuridad. También es importante que le des todo el amor y cariño que necesita para relajarse antes de meterse en la cama.
Fuente: www.imujer.com