CELAC: instrumento del castrismo

Carlos Alberto Montanercarlos-alberto-montanerLa CELAC es el instrumento político regional de las dictaduras del socialismo del siglo XXI que controlan Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.La estrategia castrista, expuesta por Hugo Chávez  al crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), como “una unión política para constituir un mayor centro de poder en el siglo XXI excluyendo a los Estados Unidos” y para “suprimir a la Organización de Estados Americanos (OEA)”, está en acción.  La CELAC es el instrumento político regional de las dictaduras del socialismo del siglo XXI que controlan Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.La cumbre del 2 y 3 de diciembre de 2011 en la que nació la CELAC, se aplazó desde julio de ese año porque Hugo Chávez fue diagnosticado de cáncer. Era imposible la puesta en marcha del “instrumento político regional” inspirado por el castrismo, sin la presencia de Chávez -el operador principal  y socio capitalista- que usaba el petróleo venezolano por medio de dádivas, prestamos, ayudas políticas, ventas subsidiadas de petróleo, con la malversación del dinero del pueblo, para construir un soporte regional que necesitaban institucionalizar.La CELAC proviene de la necesidad del proyecto dictatorial castrista, en expansión desde su alianza con Hugo Chávez, de tener un mecanismo político regional que sustituya a la OEA.  No era suficiente poseer la mayoría de votos en la OEA, haber designado y subordinado a su Secretario General (Insulza).  La institucionalidad de la OEA, sus principios, el respeto a los derechos humanos, la libertad y la democracia, la Carta de Bogotá,  la Carta Democrática Interamericana y su extensa tradición, constituían y son antagónicos al proyecto dictatorial bolivariano que terminó llamándose “socialismo del siglo XXI”.La liquidación del estado de derecho, la violación de los derechos humanos y de la libertad de prensa, los presos y exiliados políticos, la persecución judicializada, el fraude electoral, la desaparición de la división e independencia de los poderes públicos, la permanencia indefinida en gobierno, en suma todas las características de la dictadura castrista desde hace 56 años y que han implantado en los regímenes de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, son lo contario a los principios y valores del mundo civilizado recogidas por la OEA.Por eso la dictadura castrista, incluso controlando la mayoría de votos en la OEA por medio de Chávez, no podía, ni le convenía retornar a la misma.  Era mejor crear otro ente, que además sea antiimperialista.  Hugo Chávez puso la estrategia castrista en evidencia el mismo día de creación de la CELAC expresando que “LA OEA es lo viejo, es un espacio que fue manipulado y dominado por Estados Unidos… la CELAC es lo nuevo… es para reducir la dependencia…”.Todos los dictadores del socialismo del siglo XXI confesaron lo suyo. Daniel Ortega declaró que “la CELAC es la sentencia de muerte a la interferencia estadounidense en América Latina”. Rafael Correa dijo que “es un paso para logra la autonomía frente a EEUU”, el 2012 señaló… “es tiempo que la CELAC remplace a la OEA”, y ahora que se estrena en la presidencia pro tempore de la CELAC  defiende la dictadura de Maduro diciendo “basta de guerra económica contra Venezuela”. Evo Morales acaba de pedir  “que todos los presidentes de la CELAC sean anticapitalistas como Fidel y Raúl Castro…” (que son ejemplo de gobernantes en la región?!!).Los dictadores del siglo XXI están usando la CELAC para comprometer a la región con China, hacer negocios sin transparencia y tratar de atenuar sus crisis económicas.  Correa considera que “la alianza CHINA-CELAC servirá para mejorar el injusto orden mundial”. Sin duda buscan el aliado más propicio para detentar indefinida y dictatorialmente el poder. Con China no hay ninguna condición de democracia, ni de respeto a los derechos humanos, ni de rendición de cuentas.En este escenario, en su CELAC, el dictador Raúl Castro miembro de la “troika” de la CELAC, ya igualado como “presidente” junto a sus dictadores y a los presidentes democráticos de la región, ha fijado sus bases de negociación en el denominado proceso de normalización. Como en la CELAC no importa la democracia ni los derechos humanos, ni la libertad de presa, ni la propiedad privada, y tampoco parece importar la verdad, Castro ha presentado su dictadura liderando Latinoamérica en un efectivo uso de la CELAC como su instrumento político.El Diario Exterior – Madrid