Alejandro Rivero
En muchas ocasiones he escuchado “El gobierno lo tiene fregado al Comité”. El tema es que la crisis del Comité no tiene nada que ver con este gobierno, el problema de esta institución es interno y los culpables son sus mismos actores.Este es un instrumento de luchas que ha conseguido el 11%, la elección por voto popular de los alcaldes y las Autonomías Departamentales, luchas regionales que una vez conquistadas beneficiaron a todo el país. ¡Una organización capaz de haber hecho todo eso no puede seguir como esté!Alguna vez le preguntaron a un ex presidente cívico ¿qué pasaría con el Comité si se consigue que el alcalde sea electo por voto popular? y este respondió “El comité? Ya nada puej con Alcalde electo no tendría sentido el comité”.Pues al parecer en esta última conquista del Comité (Autonomía Departamental) la lógica fue la misma.Existen intereses económicos, políticos y de protagonismo que han hecho que se disperse un objetivo común, hay muchas cosas por las cuales hay que luchar aun… Rosita, Mutún, presos políticos, la libertad de expresión, el pacto fiscal, la seguridad ciudadana entre otros.Lamentablemente en aquel celebrado Cabildo del millón el comité cavó su propia tumba, pues fue sacrificado para dar paso a liderazgos personales… ¡Qué precio! Aún seguimos pagando eso.Luego vino una gestión que por aquel contubernio entre los liderazgo cívico-político regionales, se decidió gobernar solos, sin escuchar, omitiendo decisiones de asamblea, por eso muchas decisiones fueron entre unos cuantos, aprovechando este instrumento para beneficios personales, partidarios y grupales. Fruto de ellos fue que el Gobierno al ver esto, aprovechó e hizo su trabajo y es lo que estamos viviendo ahora… Negociaciones de unos, fotos y silencios de otros.El ocio de la gestión que culmina este 26 de febrero es algo que no se debe repetir, el silencio del Comité le hace mucho daño a Santa Cruz.Importante es que estas 3 personas que hoy asumen el liderazgo de esta institución estén a la altura de las circunstancias, que sea una gestión de planificación, acción y si es necesario de lucha.