El presidente Evo Morales volvió a hacer de corista de sus aliados neo-autoritarios. En varias ocasiones había servido de caja de resonancia para las denuncias de conspiraciones y “golpes de Estado” lanzadas por Hugo Chávez y Nicolás Maduro contra sus opositores, y ahora fue el turno de Argentina, con declaraciones del mandatario cocalero advirtiendo sobre un presunto “golpe judicial” contra Cristina Fernández.Según el caudillo de Orinoca, el hecho de que los argentinos protesten en las calles por la muerte del fiscal Alberto Nisman en una aparente ejecución, es “golpismo”.“Golpismo” también es que se lleve el tema a la justicia. Claro, una justicia aún no controlada completamente por el régimen kirchnerista, a diferencia de lo que ocurre en el Estado Plurinacional, donde el evismo hace y deshace a su antojo en el sistema judicial.Lo que tal vez pese bastante sobre la postura asumida por Morales podrían ser los estrechos lazos tejidos por su gobierno con la teocracia fundamentalista de Irán, a cuyos personeros sindicaba Nisman de haber realizado el atentado terrorista contra la AMIA en Buenos Aires.Recordemos que uno de los más siniestros exponentes de ese régimen, el general Ahmad Vahidi, buscado por Interpol precisamente por el caso de la AMIA, fue descubierto por la prensa mientras hacía una visita oficial a Bolivia y se reunía con Evo Morales, quien se encargó de protegerlo y enviarlo de regreso a Teherán…[email protected]