¿Viste el instante en que Anabel Angus recibió su corona? ¿Te enteraste de que sus compañeros de Unitel no pudieron contener las lágrimas sobre el escenario y que la soberana le dedicó su reinado a su abuelita? Esos y nueve ocasiones imperdibles.
Lágrimas reales. La soberana emocionó a su familia y a sus amigos con sus palabras y sus agradecimientos por el trabajo compartido y el apoyo a lo largo de estos meses de reinado. Cuando la alcaldesa y la gobernadora se dirigieron a ella, no pudo contener el llanto.
Emociones compartidas. Angélica Mérida y Ronico Cuéllar fueron los presentadores de la ceremonia de coronación, pero también estuvieron como amigos, compañeros y colegas de Anabel, con quien comparten las pantallas de Unitel. Angélica le dedicó unas palabras y algo más.
Conexión con su gente. Los Picarones apoyaron a su reina que les dedicó unas palabras por su entrega a esta fiesta grande. El público también demostró su fidelidad a la soberana a través de sonoros aplausos que se hicieron sentir mientras ella agradecía al pueblo.
Con el gran traje. Mi pueblo está de fiesta es el nombre de la alegoría.
Apareció la soberana. Después de 80 minutos de espectáculo, la esperadísima Anabel hizo su ingreso, rodeadas de fuegos artificiales.
PAOLA JUSTINIANO
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¡Y pasó la gran noche! El alma del Carnaval salió del salón Guarayos de la Fexpo y ya convive entre los cruceños, gracias a los Picarones y a su carismática reina, Anabel Angus.
Con buena nota aprobaron los coronadores por la dedicación al espectáculo, en el que se lucieron bailarines, cantantes, actores y comparseros. Dicho así podría parecer una coronación más… Pero no lo fue. La apuesta por una escenografía compuesta por pantallas led, la presencia de Los Cambitas y de Guísela Santa Cruz, con su música y letras de Julio Kempff, sobre el escenario, además del toque nostálgico y de tributo a personalidades como don Gaby Dabdoub le cambiaron el rostro a un acto que, lamentablemente, una vez más, volvió a ser demasiado largo y excedió las dos horas, pese a que se había anunciado que estaba previsto para 60 minutos.
Su majestad
Luego de un viaje por el mundo, los comparseros aterrizaron en Santa Cruz para así dar paso al esperado momento: la llegada de la reina, que, vestida íntegramente de dorado, hizo una aparición a la altura de las expectativas: en un ascensor y con las manos en alto. De ahí en más, el espectáculo tuvo un nombre y apellido: Anabel Angus, que con su encanto cautivó, pero fue más allá y con sus palabras conmovió y llevó a las lágrimas a sus amigos, familiares y a más de algunos de los 1.700 espectadores. “Santa Cruz me ha convertido en la mujer más feliz del mundo”, disparó la reina y no se detuvo; agradeció a los Picarones, por enseñarle que no hay que guardarse nada y, en cambio, darle todo a Santa Cruz. La corona la dedicó a su abuelita. Y Anabel no pudo más, mientras su mamá derramaba lágrimas, la reina intentó seguir fiel a su discurso, pidiendo que se abran los garajes, que el Carnaval salga a las calles. Hasta que se quebró y una vez más demostró por qué es la reina del pueblo.
Fuente: www.sociales.com.bo