Tres infanticidios en un mes sacuden Santa Cruz de La Sierra

En los primeros 32 días de 2015 Santa Cruz, Bolivia, fue escenario de tres infanticidios. Dos de las víctimas, asesinadas por sus progenitores, aún no habían cumplido nueve meses; la tercera fue violada y ultimada a ladrillazos por un desconocido.

Tres infanticidios en 32 días de 2015 sacuden Santa Cruz

Prisión. Dos asesinos confesos fueron sentenciados a 30 años.

La Razón  / Santa Cruz, Bolivia



imageDuelo. Velorio de la niña que fue abusada y victimada a ladrillazos por Jorge Luis Justiniano. Iván Condori.

Domingo Efraín Quispe, de 18 años, fue sentenciado en un juicio abreviado a 30 años de prisión sin derecho a indulto. El 6 de enero, el sujeto arrojó al suelo a su bebé de ocho meses, la que se negaba a comer la sopa.  Un traumatismo encéfalo-craneano acabó con la vida de la nena.

En los primeros 32 días de 2015 —entre el 1 de enero y el 1 de febrero— Santa Cruz fue escenario de tres infanticidios. Dos de las víctimas, asesinadas por sus progenitores, aún no habían cumplido nueve meses; la tercera fue violada y ultimada a ladrillazos por un desconocido. El 6 de enero, en el municipio cruceño de San Julián, Quispe Sandóval, fuera de sí por el llanto de la infante, la estrelló contra el suelo. La bebé falleció dos días más tarde en el Hospital Japonés de la capital.

Roxana Pachuri, la madre de 20 años, denunció agresiones físicas de su cónyuge, quien se dio a la fuga después de conocer que la chiquilla había fallecido, confirmó el coronel José Luis Murillo, director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).  El 7 de enero se cometió otro crimen. Efraín S. L., furioso porque su bebé de siete meses no dejaba de llorar lo golpeó hasta dejarlo inconsciente y luego se salió a pasear.

La madre Vivian C. T, de 18 años, testigo de la agresión, pasó la noche con el pequeño cadáver. El autor del crimen retornó al día siguiente. La pareja, lejos de dar parte a la Policía, decidió enterrarlo en el cementerio de El Terrado del Plan Tres Mil. Dos días después, los vecinos denunciaron el infanticidio a la Policía, la Fiscalía ordenó la exhumación del cadáver. La necropsia estableció que tuvo una muerte violenta. La joven pareja fue remitida a la cárcel de Palmasola con detención preventiva mientras se sustancia el proceso.

Sin embargo, el crimen que causó una ola de indignación fue el asesinato de María Nicol C., de nueve años, y la violación de su cadáver el domingo 1 de febrero en la urbanización Don Chichi, ubicada en la zona Las Piedades del municipio de Cocota. El autor confeso Jorge Luis Justiniano, de 20 años, fue sentenciado en un juicio abreviado a 30 años de prisión sin derecho a indulto.

Preocupación. La chiquilla se dirigía a las 07.00 del domingo a la tienda a comprar pan para el desayuno de su familia y maíz para las aves de corral, cuando fue interceptada por el individuo, quien le dijo que iba a comprarle una muñeca si le seguía. 

El infanticida confesó que llevó a la niña con engaños a un monte, donde la golpeó repetidas veces en la cabeza con un ladrillo; luego la desnudó, la violó y, antes de irse, le arrebató los  Bs 10 que le dio su abuela para hacer el mandado. “Mi madre, mi hermana y mi cuñado me increparon al verme con sangre y empezaron a sospechar. Después, los vecinos se alborotaron, me puse nervioso y abordé un trufi con los Bs 10 que le saqué”, declaró. El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, anunció un mayor control policial en la zona. “Actuamos de forma rápida y en tiempo récord aprehendimos al autor”.

Para el psicólogo Jorge Montero, la falta de tolerancia y la pérdida de valores en la sociedad están llevando a los padres de familia a maltratar a los niños, pese a que ellos están “llamados a velar por la seguridad de sus hijos”. El nuevo Código Niña, Niño y Adolescente, artículo 258, dispone que se sancionará con pena de presidio de 30 años, sin derecho a indulto, a quien mate a una niña o un niño desde su nacimiento hasta sus 12 años.

Registro nacional

Estadística

La Defensoría del Pueblo en su informe de gestión de 2014 dio cuenta de que se denunciaron unos 50 infanticidios en Bolivia, uno cada 73 días en promedio. En la mayoría de los casos, quienes dieron muerte a los niños formaban parte del entorno familiar de las víctimas.