Cristiano Ronaldo jugará el Barcelona-Madrid condicionado por la necesidad de reivindicar su candidatura al Balón de Oro del 2015 después de su discretísimo rendimiento desde que ha empezado el año.
El portugués Cristiano Ronaldo está viviendo sus horas más bajas desde que llegó al Santiago Bernabéu y posiblemente de toda su carrera deportiva. Su enfermiza obsesión por ser el mejor y desbancar al blaugrana Leo Messi del trono le han convertido en un manojo de nervios y eso se ha reflejado en el hecho de que haya roto relaciones con la afición del Real Madrid en los ultimos partidos.
El internacional portugués está viendo con impotencia como Messi vuelve a dejar las cosas en su sitio y demuestra partido a partido a todo el planeta que en la supuesta carrera por ser el mejor del mundo no hay ningún tipo de debate. Y frente a este panorama, Cristiano es consciente de que el clásico del próximo domingo representa su última oportunidad para presentar su candidatura al Balón de Oro del 2015, que en estos momentos está en manos del jugador argentino tras sus imperiales actuaciones en los últimos encuentros y la angustia y el desacierto que persiguen al portugués.
Cristiano Ronaldo saldrá a jugar exigido y condicionado por el hecho de saber que puede despedirse definitivamente de su ansiado cuarto Balón de Oro que le permitiría igualar a Messi en lo alto del ránking de ganadores. Su bajón de juego es tan evidente que el madridismo sólo puede recurrir a las estadísticas para afrontar con unas pequeñas dosis de optimismo el próximo Barcelona-Madrid. Cristiano Ronaldo ha marcado ocho goles en sus últimas siete visitas al Camp Nou, pero la tendencia podría cambiar de signo este domingo ante las dudas que está generando su discreto rendimiento en las últimas semanas.
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Cristiano Ronaldo llega tocado en su amor propio y enfadado con el mundo tras haberse enfrentado abiertamente a su afición ante el Schalke y especialmente contra el Levante, cuando le dedicó un sorprendente «foda-se» (hay que joderse). Pero la ansiedad por querer demostrar que el declive de su carrera todavía no ha comenzado le condicionará tanto a él como al Real Madrid.
Fuente: www.sport.es