El bicampeón mundial remontó seis plazas con su McLaren y encontró el lado positivo a la derrota: «Es un paso adelante. Es la primera vez que hago más de 22 vueltas seguidas»
«Tampoco hay que ser demasiado optimistas, o cambiar demasiado el discurso, porque dentro de cuatro días vamos a estar en Bahrein y veremos una carrera muy parecida a la de aquí».Fernando Alonso cae en la contradicción permanente desde que llegó a McLaren, ante la prensa se muestra paciente, pero al mismo tiempo se encuentra incomodo por ceder protagonismo con su nuevo MP4-30.
El español sólo rodó 12 vueltas durante su preparación en invierno y el accidente sufrido en Montmeló el 22 de febrero le impidió conocer mejor su monoplaza, por eso sabe que aún debe descubrir las virtudes y limitaciones de su coche.
Hace dos semanas tuvo que abandonar en la vuelta 22 durante el GP de Malasia y hoy dio un paso adelante tras finalizar duodécimo en Shanghai, durante la tercera jornada de la temporada.
«La mayor limitación seguramente fue en medio de la carrera, cuando tuvimos algún problema con el alerón de atrás, que no estaba funcionando como debía y perdíamos un poco de ritmo, pero bueno, nada que no supiésemos. Al final hay que mejorar en todos los aspectos», remarcó Alonso.
El asturiano consideró que deben «ser más y más consistentes» para mejorar en motor y aerodinámica. Y cree que la prueba en China ha dejado «mucha información por analizar y entender más el coche».
Sin embargo, advirtió que no esperen milagros para la próxima carrera en Bahrein, aunque será otra historia: «Hay que seguir aprendiendo. El próximo circuito es totalmente diferente, con características diferentes, así que a ver si se nos da un poco mejor».
Fuente: www.infobae.com