El Madrid vence pero no convence

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Flojo partido de los blancos con un fútbol lento y apático que provocó los silbidos del Bernabéu de los que no se libró ni Cristiano Ronaldo

Un golazo de James, otro en propia puerta de Dos Santos y uno de Arbeloa en el minuto 84, le permiten al Real Madrid seguir vivo en la lucha por el título de Liga



El Real Madrid sigue vivo en la lucha por la Liga, pero no lo tuvo nada fácil para ganar al Almería. Lo que parecía un partido plácido para los madridistas se convirtió en un encuentro complicado, difícil y en el que los de Ancelotti desplegaron un fútbol mediocre y ofreciendo por momentos una aparía en el campo que le costó los silbidos del Bernabéu. El Real Madrid se complicó la vida él solo ante un Almería que sabía que no era su partido, pero que supo desplegar muy bien sus armas. Los blancos se empeñaron una y otra vez en entrar por el centro despreciando por completo las bandas que ocupaban, en teoría, James y Jesé que volvía a la titularidad en detrimento de Isco. El colombiano y el canario –que está ,muy lejos de su mejor forma- tienden a irse al centro porque está en su ADN y ahí se juntaban con Cristiano y Chicharito colapsando la zona y facilitando la tarea defensiva al Almería. Los problemas blancos para atacar parecían impensables al inicio del choque. El Madrid con muchos de los no habituales salió a sentenciar rápido y James, Cristiano, Chicharito y hasta Coentrao pudieron marcar, pero no acertaron a batir a Rubén. El gol blanco parecía cosa hecha, pero cuando se llegó a cuarto de hora, bajó el ritmo y ahí comenzaron sus problemas.

El Almería salía de su guarida con cierta facilidad para darle algún que otro susto a Keylor Navas. El Madrid, empeñado en entrar por el centro, no sabía, no podía entrar en la red defensiva andaluza. Con un juego muy lento y excesivamente horizontal, los blancos comenzaron a desesperar a la afición del Bernabéu que no dudó en pitar al equipo, especialmente a Illarramendi. Así estaban las cosas, con la grada nerviosa, cuando apareció James para marcar el 1-0. Como en Vigo el pasado domingo, el colombiano marcó en el último minuto de la primera mitad, pero esta vez fue un golazo. Pase de Kroos, mal despeje de Trujillo y James enganchó un zurdazo desde fuera del área que se coló por la escuadra de Rubén. Los pitos se convirtieron en aplausos en la grada que veía como se alejaba el fantasma de un tropiezo inesperado que significaba perder la Liga.

Así, con aplausos para James, acabó la primera mitad. La segunda no fue tan agónica como la primera porque en el minuto 49, Dos Santos marcó en propia puerta al tratar de rechazar un centro de Kroos por la derecha. Un balón que iba destinado a Cristiano, que estaba en fuera de juego, pero el luso no llegó a tocar y el árbitro concedió el gol. Pero ni con ese 2-0 la parroquia blanca pudo respirar tranquila. El Madrid se relajó pensando que el partido estaba resuelto, pero el Almería no estaba dispuesto a irse del Bernabéu sin dar guerra. El equipo andaluz apretó buscando el gol que les hiciera entrar de nuevo en el encuentro, lo que provocó que la grada volviera a pitar a los suyos viendo su apatía. Ancelotti decidió entonces darle fuerza al centro del campo con Lucas Silva y control de balón con Isco. Se fueron James, ovacionado por un Bernabéu puesto en pie, e Illarramendi que completó otro partido más que discreto. Los cambios revitalizaron al equipo blanco, especialmente la entrada de Isco que le dio al equipo más presencia en ataque, lo que agradecieron Cristiano y Chicharito. A pesar de todo, el Madrid no acababa de controlar el ritmo del encuentro y los pitos volvieron a aparecer en la grada y esta vez no se libró ni Cristiano Ronaldo.

Los nervios, el enfado de la grada con su equipo lo aplacó Arbeloa con el 3-0 en el minuto 84 de partido. El encuentro, el triunfo ya sí que estaba cerrado y ahora tocaba esperar a ver si Ancelotti complacía a los dirigentes, especialmente a Florentino, y hacía debutar a Odegaard. Pero no, el italiano decidió que era mejor dar entrada a Nacho por Varane para jugar la recta final del partido que no pasará a la historia por el fútbol del Madrid ni tampoco por el debut de Odegaard.

Fuente: www.mundodeportivo.com