Rumer Willis, la hija de Demi Moore y Bruce Willis, confesó que cuando era adolescente estaba bastante acomplejada de su físico, por lo que pensó en realizarse cirugías estéticas.
La actriz de 26 años comentó: “la gente era mala, se burlaban de mi físico y me comparaban continuamente con mi madre. Cuando eres hija de personas famosas en todo el mundo, es muy difícil que no se hagan comparaciones. Me decían que era muy masculina, y que tenía cabeza de patata. Pensé seriamente en hacerme cirugías plásticas en ese tiempo, pues no soportaba tanta crítica”.
Rumer reveló que su hermana Tallulah la ayudó mucho a superar todas estas cosas, ya que ella no ocultó que tenía problemas emocionales que la llevaron a internarse en una clínica de rehabilitación, dijo: “ así soy yo y me siento guapa’, y decidí hacer lo mismo que ella”.
Fuente: www.labotana.com