Dinámica. No solo es presentadora de televisión y empresaria, sino que también ejerce al pie de la letra su rol de ama de casa y de mamá. Le encanta cocinar, diseñar, pintar, cantar y bailar. Quiere volver a conducir un noticiero
Mikaela Byren es una mujer de aquellas que no pueden estar quietas nunca. Despierta a las 6:00 y, a veces, duerme apenas tres o cuatro horas y afirma que no le hace falta más, porque se levanta con las pilas bien recargadas para cumplir con su labor no solo de presentadora de televisión, sino de mamá, esposa, ama de casa, empresaria, diseñadora y hasta decoradora de interiores.
Ella sola se hace cargo de su arreglo personal para la revista En hora buena, de PAT, que le abrió las puertas para volver a la televisión, después de siete años de ausencia. Personalmente prepara el desayuno y al mediodía cocina para su esposo y sus hijas.
“Los tengo mal acostumbrados. Si no lo hago yo, nadie come en la casa”, manifiesta.
Se define como una mujer hiperactiva, perfeccionista, exageradamente ordenada, de carácter fuerte, y hasta demasiado exigente con ella misma y un tanto con su entorno.
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“Esto hace que quiera exigir más a mi esposo y a mis hijas. Soy una ‘generala’ y a veces digo que yo me odiaría como mamá”, indica entre risas, al señalar que se puede obsesionar con el orden, pero que es muy mimosa con los suyos.
Sus grandes pasionesAdemás de ser una amante de la televisión, es una apasionada por todo lo que sea y se transforme en arte. Su apego por la decoración de interiores la llevó a realizar trabajos de manera profesional, poniéndole su sello a algunos edificios que han erigido con la empresa constructora que lleva adelante su esposo, Miguel O’Connor.
Desde niña tuvo inclinación por el canto, el baile y la actuación.
En el colegio era la maestra de ceremonia y participaba en todos los festivales, pero su pasión por las matemáticas la llevó a estudiar ingeniería industrial, carrera que dejó en el último año porque no pudo cumplir con sus laboratorios.
“Las empresas me cerraron las puertas y no pude hacer mis prácticas, decían que una ‘cara bonita’ solo los iba a perturbar, pero es una tarea pendiente. Luego me formé como comunicadora”, resalta.
Como en ese tiempo cantaba y actuaba, le llegó la invitación para conducir El Mañanero, de Red Uno, donde estuvo cinco años hasta que se casó y se fue a vivir a Tarija, la tierra de su madre y donde pasó la mayor parte de su vida. Allí puso su canal de televisión y un spa, proyectos que luego dejó para dedicarse a ser mamá a tiempo completo.
Una de sus metas, para más adelante, es volver a conducir un noticiero.
Moda en familia
Le encanta pintar. Cada detalle en el dormitorio de sus hijas fue hecho por sus manos, ya que no solo dibuja y pinta, sino que también costura, de tal forma que las cortinas, los juegos de cama y los edredones los diseñó y confeccionó personalmente. Incluso hace lo mismo con muchas de las prendas que lucen sus niñas a las que, en diferentes ocasiones, las viste igual que ella.
“Empezó como un juego. Me encanta compartir tardes de shopping con mis nenas. Una vez Isabella se quedó prendada de un vestido rojo y me pidió que le haga uno igual y lo hice. En otra ocasión ella encontró una falda igual a la suya y me pidió que me la compre. De ahí en adelante, las tres chicas de la casa disfrutamos de nuestros domingos de moda y coqueterío”, cuenta.
Miky, como la llaman en su entorno, no hace dietas ni ejercicios ni se ha sometido a ninguna cirugía y tampoco lo haría. Con orgullo y convicción dice que consiguió todo lo que se propuso en la vida, pero que su mayor logro es la unidad de su familia, con quien comparte cada minuto libre que le dejan sus múltiples actividades
Las causas de la famosa Nació en Suecia, el 13 de agosto de 1979. Es hija de Bo Byren y Elena Iturricha. Sus hermanas son Camila, Erika y Anita. Está casada con Miguel O’Connor con quien tiene dos hijas: Isabela (5) y Valentina (3).
Fuente: sociales.com.bo