Perú-Bolivia-Argentina, la ruta del Dakar 2016

Perú volverá a ser parte del recorrido después de dos años. Por primera vez bordeará el lago Titicaca, en Bolivia. Se espera que pase por Chile en la edición 2017.

imageEl director del Dakar, el francés Etienne Lavigne, explica el recorrido del Dakar 2016 durante su presentación en París, Francia 

AFP y El Deber



Perú, ausente del rally Dakar en las dos últimas ediciones, regresará al recorrido de la prestigiosa prueba en 2016 por la renuncia de Chile, junto a Argentina y Bolivia, anunció este jueves en París la organización de la carrera.

La 38ª edición del Dakar, la octava que se correrá en suelo sudamericano, dará comienzo en Lima (Perú) el próximo 3 de enero y finalizará en Rosario (Argentina) el 16 de ese mismo mes.

A falta de conocer el trazado definitivo (se hará oficial el 18 de noviembre en París), sí se sabe que la edición de 2016 tendrá las habituales 13 etapas, entre 8.000 y 8.500 km de recorrido y con la jornada de reposo en Salta, al pie de la cordillera de los Andes, el 10 de enero. Por primera vez, además, el rally bordeará el lago Titicaca, el más grande de la región.

Lima fue el escenario de la llegada final del rally en 2012 y la salida en 2013, en las dos únicas ediciones en las que Perú formó parte del trazado de la prueba, mientras que Rosario dio el pistoletazo de partida de la carrera en 2014.

Bolivia volverá a formar parte del recorrido por tercer año consecutivo, mientras que Argentina siempre estuvo presente en el libro de ruta desde la primera edición sudamericana del rally (2009).

Chile, que desde que la carrera abandonó África por razones de seguridad había estado presente en todas las ediciones de la prueba, renunció la semana pasada a formar parte del recorrido en 2016 por los inusuales temporales que han afectado recientemente el norte del país, una zona por la que pasaban siempre los participantes.

Riadas en el Atacama

El árido norte chileno fue afectado el 25 de marzo pasado por un fuerte temporal que causó al menos 17 aluviones que arrasaron con poblados, muchos de ellos ubicados en el desierto de Atacama, a unos 800 km al norte de Santiago, el cual era una de las mayores atracciones de la carrera.

La catástrofe causó la muerte de 26 personas, más de un centenar de desaparecidos y miles de damnificados, por lo que el gobierno chileno decidió concentrar esfuerzos económicos y humanos en atender a los afectados, antes que en organizar la carrera.

«Habíamos trabajado con un escenario que implicaba Chile, Perú, Bolivia y Argentina. Desgraciadamente, Chile ha vivido hace unas semanas en la zona del Atacama, que conocemos bien desde hace años, riadas de barro y agua que han devastado muchas infraestructuras y causado muchos dramas», explicó el máximo responsable de la organización Etienne Lavigne.

«Obviamente, no podían recibirnos en el calendario previsto y, de común acuerdo, hacemos una pausa, somos solidarios», añadió.

Lavigne, no obstante, advirtió que Chile regresará al trazado de la épica carrera. «El Atacama es el corazón del Dakar sudamericano (…) Lo vamos a lamentar, pero la pausa chilena es eso, una pausa».

Sobre el recorrido de 2016, Lavigne destacó que habrá grandes variaciones climáticas y de terreno en los tres países por los que atravesará la carrera. «Va a exigir una gran sentido de la adaptación a los participantes», aventuró.

Promoción turística

Con su octava edición en Sudamérica, el Dakar se ha consolidado como una de las citas más importantes para la región y en un instrumento de promoción turística, como recordó este jueves en París el ministro de Turismo argentino, Enrique Meyer: «Hemos pasado en Argentina de 2 millones de turistas en 2003 a 6 en 2014 y esto es muy importante para la riqueza de nuestra gente».

El ministro de la Cultura de Bolivia, Marko Machicao, añadió que su país «ha demostrado al mundo su capacidad para organizar grandes eventos», lo que ha motivado «un sentimiento de orgullo para toda una generación de bolivianos».

El Dakar, además, está comprometido con el patrionio histórico y mediambiental de la región. «La carrera será monitorizada por un equipo de expertos» a su paso por Perú, para que «el legado ancestral de los Incas» no sea dañado, dijo el representante del ministerio de Comercio Exterior y de Turismo peruano, Aldo Parodi.