“Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad”. ¡Ya lo dijo Winston Churchill! Y así es: todo depende de los ojos con que miremos una determinada situación. Por tanto, ¿qué te parece si en vez de lamentarte por tus problemas, asumes la responsabilidad de tu propia vida y los transformas en posibilidades?
#1 Las personas “difíciles”
Hay personas con las que, sencillamente, no sentimos ningún tipo de afinidad. ¡Tiene sentido!, a fin de cuentas, agradarle al mundo entero es un imposible. Ahora bien: eso no significa que podamos darle rienda suelta a la antipatía o desatar nuestro espíritu combativo. ¡Todo lo contrario! Lo ideal es aprovechar este “problema” para crecer como personas.
¿Cómo? Cultiva la empatía: trata de hallar puntos que te unan a la otra persona. Este sencillo acto aplacará tu malestar y facilitará su comunicación. ¡Haz la prueba!
#2 Los plazos acotados
Tus responsabilidades se multiplican a un ritmo alarmante, pero los minutos en tu día no. Es lógico que tu organismo perciba esta situación como una amenaza y comience a liberar sus hormonas del estrés. Ahora bien, debes tener algo bien claro: tu locura no hará que las horas sean más largas. ¡Más bien todo lo contrario!
En estos casos, entonces, lo mejor es que acudas a tu respiración. Inhala y exhala lenta y profundamente. Esta práctica te permitirá ser mucho más consciente de tu momento presente y, por consiguiente, te dará la posibilidad de aprovecharlo lo máximo posible.
#3 Demoras
Si no estamos centradas, las demoras -ya sea del bus, de un avión o de una persona- pueden sacarnos de quicio. De hecho, estas son las típicas ocasiones en las que nos saturamos de pensamientos y sentimientos tan negativos como contraproducentes.
En vez de soportar esta pesada carga interior que solo empeorará la situación, ¿qué tal si pones a prueba tu paciencia? Esta cualidad te permitirá hacer frente a aquellos eventos que escapan de tu control de una mejor manera. Asimismo, te ayudará a tomar decisiones más inteligentes, según lo han demostrado varios estudios.
#4 Desempleo
El desempleo es una etapa que, en algún momento u otro, afecta a la mayoría de las personas. Así que, para empezar, no debes sentirte solo. Luego, ¿qué te parece si dejas de enfocarte en la puerta que se cerró? En este preciso momento, muchas otras pueden estar abriéndose, sin que te des cuenta; no permitas que la tristeza te ciegue.
#5 Ruptura amorosa
Sin duda, esta es también una experiencia dolorosa; sobre todo, porque implica decirle adiós no solo a una persona muy importante en tu vida, sino también a una parte de ti misma.
Pero, ¡puedes fortalecerte de esta situación! En este proceso, la gratitud se convertirá en una gran aliada. Así que céntrate en agradecer todos los momentos que compartiste con esa persona tan especial; esta actitud te recargará de energías para seguir adelante.
Fuente: www.imujer.com